Nada, la nada misma es lo que se transmite desde el campo de juego, incapaz de contagiar absolutamente a nadie. De por sí las frías tribunas de Chicago, pequeños grupos diseminados por cuatro sectores, aumenta esta sensación de tristeza que genera el presente.
¿Y de esa nada, quién es el responsable?
Una de las frases de Leonardo Ramos, siempre fue "están todos para jugar". Fiel a su relato, salvo muy contadas excepciones puso a todos en la cancha.
Entusiasmo en el comienzo del torneo ante Morón. Un buen triunfo, con buen juego y un grupo que se mostró solidario desde la entrada en calor y en todas y cada una de las acciones de juego, compactos. ´
Desde allí en adelante el concierto de lesiones: Cogrossi, Monllor, Borelli...
A Almagro se le ganó sin sobrarle nada y luego vino el mejor momento de Chicago: la goleada, con un juego impactante frente a Los Andes.
Desde allí el deterioro futbolístico. Un equipo que dejó de ser equipo. Nombres que se fueron sumando uno tras otro sin continuidad, con cambios continuos ("están todos para jugar"), que por lo bajo hacía que jugadores dijeran que no se sentían respaldados.
Cuál es el esquema de Chicago. Varío en muchos, probó con distintas variantes. Ningún esquema se solidifica si el jugador no está convencido de realizarlo.
A tres partidos de finalizar esta primera ronda, no tan lejos desde los puntos pero sí desde el juego y en el sentido de equipo, se suman los interrogantes.
¿Apostar a la continuidad del técnico o no?
Mirar hacia dentro del plantel y si ellos son los responsables, hacer las modificaciones necesarias. Y estas modificaciones no son pensadas para dentro del campo de juego, sino para el día a día, si no están a la altura de las circunstancias.
A favor del cuerpo técnico está la entrega semanal, no se escatima en el esfuerzo, se trabaja y mucho; se buscan variantes y los días de partidos, salgan o no, siempre toma riesgos para ganar.
En contra la seguidilla de resultados, la falta de un esquema que sea el de Chicago en este torneo y que solo uno sepa que los titulares no son más de tres o cuatro.
Hace dos semanas el técnico sostuvo que en dos o tres partidos el equipo iba a aparecer, lo que ellos trabajan se iba a ver en la cancha. Hoy, ya pasaron dos partidos y solo hubo una mejoría en la primera etapa con Español, malograda por una decisión desacertada del árbitro Guillaume al echar a Distéfano.
Es verdad que el campeonato de Chicago es lo económico. Es verdad que al entrenador no se lo trajo con la consigna de salir campeón. Es verdad que este equipo contagió en el principio. Todo eso es tan verdad como que en el fútbol mandan los resultados
Julio Cordara
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Hola amigos de chicago total, les puedo pedir un favor? basta de echarle la culpa a Guillaume, el equipo esta jugando mal, y se trajeron 9 refuerzos, ahora va a traer 4 mas? cuando se equivocaron Marcelo y Perez, los echaron, esta bien, habian traido muchos refuerzos y no funcionaba el equipo,agarro Melian y trajo..trajo refuerzos? y subcampeon se tuvo que ir o lo echaron tambien, que esperan ahora de Ramos, y no es del riñon del club. Por favor Julio, que abran los ojos. Adrian de lomas del mirador.
ResponderEliminarHola Adrián, primero gracias por ser uno de esos a los que va dedicado nuestro trabajo, nos da un gran placer que estés allí, para coincidir con nosotros o no.
ResponderEliminarEn la crónica no culpé a Guillaume por como viene jugando Chicago, solo hice mención a la desacertada expulsión ed Distéfano.
Si volvés a leer la nota te enccontrarás con que hice mención a que el equipo solo entusiasmó al principio.
Es menester de la CD resolver la continuidad o no de un Cuerpo Técnico, desde estas líneas opinamos, tanto lo que pasa en los días de partidos como en la semana. Son solo opiniones, nosotros no podemos resolver.
Julio Cordara
Gente, la verdad que la gente opina muy poco pero conozco a varios que entran. Para mi, que no vivo en Mataderos, su pagina es una fuente de informacion clave. Este mensaje es sólo para darles mi apoyo y decirles que esta muy bueno su blog.
ResponderEliminarA pesar de que vivo en Caballito, recuerdo mi infancia en Mataderos donde veía como mi hermana salía a jugar con amigos del barrio cerca de la cancha de Chicago. Ahora no voy tanto a la cancha como antes pero lo sigo por la tele. Cuando me voy de viaje a hoteles economicos en distintas partes del mundo, siempre llevo mi bandera del equipo para la habitación
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