GANO CHICAGO, ES LO QUE IMPORTA.
Ganó CHICAGO y fue oir otra vez los aplausos de los hinchas, ver abrazos y rostros felices.
Ganó CHICAGO, pasaron ocho partidos para poder decirlo y seis en Mataderos.
Ganó CHICAGO y tras el desahogo será tiempo de análisis
SINTESIS
CHICAGO: Agustín Gómez; Mauro Brizuela, Ariel Coronel, Matías Escudero y Gonzalo Rocaniere; Adrián Scifo, Roberto Bochi, Julio Serrano y Agustín Domenez: Leonardo Carboni y Rubén Ferrer. DT: Mario Finarolli
Suplentes: Daniel Monllor, Marcelo Barreña, Darío Arias y Jorge Pérez
BROWN (Adrogué): Sergio Matinella; Gustavo Campuzano, Hernán Zerbo, Christian Biglia y Ariel Otermín; Fernando Enrique, Leonel Unyicio, Gustavo Ruiz Díaz y Facundo Lemmo; Fernando Zagharián y David Ledesma DT: Pablo Vicó
Suplentes: Pablo Lorenzo, Ernesto Del Castillo, Nahuel Pereyra y Mariano Gambetta
Goles: PT ’30 Biglia (B) de penal. ST ‘4 y ’42 Ferrer (CH) el 2º de penal, `38 Campuzano (B) y ’31 Carboni (CH)
Cambios (todos en el segundo tiempo)
’22 Javier Grbec por Zagharián (B), ‘ 25 Leandro Cogrossi por Scifo (CH) y Carlos Llama y Juan Pablo Peralta por Lemmo y Unyicio (B) y ’40 Damián Luna por Brizuela (CH)
Amonestados: Gómez, Scifo y Serrano (CH); Zorbo, Otermín, Ruiz Díaz, Unyicio y Ledesma (B)
Arbitro: Julio Barraza
Asistentes: Nº 1: Gabriel Morando y Nº 2: Marco Zanella
Cancha: Nueva Chicago
El comienzo debe ser por la propuesta y desde allí valorar al Chicago que ataca y sufrir con el Chicago que defiende.
Por nombres propios Chicago sale a atacar y su faro son las torres, Carboni –enorme partido- y Ferrer –goles que sirvieron para ganar y los primeros en Mataderos- y el que iniciaba todo era Serrano. Bochi buscaba tapar los huecos que quedaban y Domenez profundizaba por izquierda.
Del otro lado, con un esquema para llevarse un punto, Brown puso dos lineas de cuatro con los puntas allá lejos.
Dos de Carboni, una rozó el travesaño la otra dio en el horizontal con el arquero vencido y una de Domenez fueron las claras situaciones que tuvo Chicago en media hora, donde manejó tiempos, espacios y pelota
Pero también está el Chicago que (no) defiende y así, un largo y frontal pelotazo concluye en penal y apertura del marcador para un equipo que no había pisado el área.
Desazón, tristeza, miradas perdidas era el común denominador; preguntas sin respuestas para lo que se había creado sin concretar.
Como contrapartida, cuando se instalaban los murmullos, un largo saque de Agustín Gómez, por la pasividad de los centrales de Brown, se convirtió en asistencia para Ferrer que anticipó al arquero para cabecear por arriba y que la pelota, mansamente, bese los piolines
No conforme Chicago siguió yendo, lo tuvo Domenez, o pudo ser Serrano, pero hay una asignatura pendiente en este Chicago: concretar en un porcentaje mayor lo que provoca
Sobre los ’25 el cambio que cambió el partido, volvió Cogrossi. Con él un socio para el juego de Serrano, una descarga para todos y la profundidad que genera desde la simpleza fe un toque. Como el segundo, cuando mirando para la izquierda, con un oque majestuoso a la derecha, lo pone a Carboni de cara al arquero para eludirlo y tocar al arco vacío. Ovación para el ex Talleres, merecido premio para el silencioso trabajo del delantero.
Sin embargo, en la tarde de Mataderos, hubo una pregunta sin repuesta: ¿cómo un equipo que no pisa el área puede empatar el partido? Eso tenía que ver con el zapatazo de otro partido la clavó junto al parante derecho.
Antes una temeraria salida del arquero Maitini, que debía ser penal y roja, que Barraza dejó pasar.
Por delante solo cinco minutos a la cancha Damián Luna quien desde lejos del área, con precisos pelotazos seguía buscando a Ferrer. Así llegó el ¿penal? De Zerbo a Carboni, que Ferrer, suave a la izquierda, cambió por gol y por triunfo.
Para destacar: la vocación ofensiva, las ganas de buscar el partido
Para trabajar: definir un porcentaje mayor de las jugadas de gol
Para seguir en carrera: dejar de ser “ingenuos” en defensa. Si se sigue “regalando” al menos un gol por partido, el “Chicago de abajo” va a enterrar las ilusiones del “Chicago de arriba”
En fin, la tarea, complicad atal vez, es poner en cancha a un solo equipo
Julio Cordara