Si bien faltan detalles para que Mario Finarolli siga al frente del primer equipo de Nueva Chicago, ya se empieza a vislumbrar la conformación del plantel, teniendo en cuenta la continuidad de determinados jugadores.
En un primer nivel de prescindibles están Rubén Ferrer (en un encuentro definitorio, con el resultado adverso desde el comienzo no ingresó), Damián Luna (pocos partidos desde el comienzo, no satisfizo), Agustín Domenez (no se recuperó tras su lesión y jugó poco), Leandro Cogrossi (muy pocos partidos en dos años). Lo de Luciano Precone en un tema en sí mismo. Su inactividad le pasó factura, más allá que el nivel mostrado, excepto los últimos partidos, había sido óptimo. Se presenta un interrogante al respecto de su continuidad, lo mismo que el caso de Lucas Bustos (respondió como carrilero, forzado su lugar no es ese, pero la expulsión frente a Defensores le quita puntos)
Dos nombres parecen ser fundamentales para el técnico: Julio Serrano (no ahorraba elogios por su juego) y Leandro Testa (un referente y líder positivo). Quedó conforme con lo hecho por Eduardo Berón (le costó la adaptación, luego rindió) y Ezequiel Petrovelli (sobre todo en las instancias finales) y Leonardo Carboni (cuando tuvo que elegir apostó por el “Tanque”)
En cuanto a lo pretendido y de acuerdo a que siempre sostuvo que le faltaba jugadores para determinado esquema, le apuntaría a dos defensores con conocimientos para jugar con línea de tres, uno o dos carrileros y algún punta, ya que también tendrá desde el arranque a Jhony Enríquez para ser el enlace.
Gonzalo Rocaniere debe volver de Comunicaciones, aunque esa posición requiere alguien experiencia para sumarle a Matías Escudero y Ariel Coronel. Es materia de análisis la situación de Pablo Cáceres (regresa de El Porvenir) y de Damián Lemos (último torneo en Deportivo Merlo con una historia de idas y vueltas con su contrato, que vence en un año). También está el caso de Leonardo Ramos, casi sin rodaje.
En cuanto a los arqueros, tanto Agustín Gómez como Daniel Monllor finalizan sus contratos el 30 de junio y Aldo Pineda (sin rodaje) le queda otra temporada. De acuerdo a quiénes sigan, se verá la necesidad o no de buscar portero.
Darío Arias, Juan Barreña, Emiliano Lago, Juan Barreña, Rodrigo Romero, Jonathan García son los nombres que completan el sector defensivo. Se nota falta de partidos (excepto el Chucky), pueden acompañar y terminar de hacerse como jugadores.
En la línea media, al ya nombrado Serrano, le siguen Roberto Bochi y Rodrigo Pepe (acercaron una oferta por él) y los juveniles Guido Gardeano y Fernando Díaz. Por los costados hay poco: Adrián Scifo, Piyu Rodríguez (necesita consolidarse) y Emanuel Tus (se le nota proyección, debe confirmarla). Es una zona que requiere refuerzos.
A los ya nombrados que juegan de delanteros, falta mencionar a Jorge Pérez, porque Pablo Ruiz no seguirá en el club.
Son situaciones que deberán resolverse antes que el plantel regrese a los entrenamientos el 4 de julio
Julio Cordara
En un primer nivel de prescindibles están Rubén Ferrer (en un encuentro definitorio, con el resultado adverso desde el comienzo no ingresó), Damián Luna (pocos partidos desde el comienzo, no satisfizo), Agustín Domenez (no se recuperó tras su lesión y jugó poco), Leandro Cogrossi (muy pocos partidos en dos años). Lo de Luciano Precone en un tema en sí mismo. Su inactividad le pasó factura, más allá que el nivel mostrado, excepto los últimos partidos, había sido óptimo. Se presenta un interrogante al respecto de su continuidad, lo mismo que el caso de Lucas Bustos (respondió como carrilero, forzado su lugar no es ese, pero la expulsión frente a Defensores le quita puntos)
Dos nombres parecen ser fundamentales para el técnico: Julio Serrano (no ahorraba elogios por su juego) y Leandro Testa (un referente y líder positivo). Quedó conforme con lo hecho por Eduardo Berón (le costó la adaptación, luego rindió) y Ezequiel Petrovelli (sobre todo en las instancias finales) y Leonardo Carboni (cuando tuvo que elegir apostó por el “Tanque”)
En cuanto a lo pretendido y de acuerdo a que siempre sostuvo que le faltaba jugadores para determinado esquema, le apuntaría a dos defensores con conocimientos para jugar con línea de tres, uno o dos carrileros y algún punta, ya que también tendrá desde el arranque a Jhony Enríquez para ser el enlace.
Gonzalo Rocaniere debe volver de Comunicaciones, aunque esa posición requiere alguien experiencia para sumarle a Matías Escudero y Ariel Coronel. Es materia de análisis la situación de Pablo Cáceres (regresa de El Porvenir) y de Damián Lemos (último torneo en Deportivo Merlo con una historia de idas y vueltas con su contrato, que vence en un año). También está el caso de Leonardo Ramos, casi sin rodaje.
En cuanto a los arqueros, tanto Agustín Gómez como Daniel Monllor finalizan sus contratos el 30 de junio y Aldo Pineda (sin rodaje) le queda otra temporada. De acuerdo a quiénes sigan, se verá la necesidad o no de buscar portero.
Darío Arias, Juan Barreña, Emiliano Lago, Juan Barreña, Rodrigo Romero, Jonathan García son los nombres que completan el sector defensivo. Se nota falta de partidos (excepto el Chucky), pueden acompañar y terminar de hacerse como jugadores.
En la línea media, al ya nombrado Serrano, le siguen Roberto Bochi y Rodrigo Pepe (acercaron una oferta por él) y los juveniles Guido Gardeano y Fernando Díaz. Por los costados hay poco: Adrián Scifo, Piyu Rodríguez (necesita consolidarse) y Emanuel Tus (se le nota proyección, debe confirmarla). Es una zona que requiere refuerzos.
A los ya nombrados que juegan de delanteros, falta mencionar a Jorge Pérez, porque Pablo Ruiz no seguirá en el club.
Son situaciones que deberán resolverse antes que el plantel regrese a los entrenamientos el 4 de julio
Julio Cordara
