4 de marzo de 2009

DERECHO A SOÑAR

CAMPEONATO DE PRIMERA B 2008/2009
NUEVA CHICAGO 2 DEPORTIVO ESPAÑOL 1
(03/03/2009)
Chicago: Jorge De Olivera; Facundo Oreja, José Solaberrieta, Joel Barbosa, Cristian Trombetta; Adrián Scifo, Rodrigo Pepe, Fabián Césaro, David Distéfano; Alejandro Martinuccio y Darío Gigena. DT: Ariel Melián
Suplentes: Daniel Monllor, Leonardo Domínguez, Leonel Martens y Nicolás Rizzo
Español: Lisandro Mendoza; Diego Machado, Alejandro Peralta, Cristian Peláez; Pedro Esquivel, Angel Arco, Nicolás Minici; Bruno Calabria; Nicolás Borlengi, Emiliano Orlando y Facundo Gareca. DT: Fernando Ruíz
Suplentes: Matías Caloca, Diego Machado, Juan Genín y Pedro Esquivel
Goles: ST 4´ Borlenghi (E); 22´ Martinuccio (CH); 35´ Solaberrieta (CH)
Cambios: en el segundo tiempo, 11Pablo Ruiz por Césaro (CH), 15´ Leandro Staino por Orlando (E), 21Jonatan Enriquez por Trombetta (CH), 33´Abel Soriano por Brienza (E), 39´ Eduardo Méndez por Martinuccio (CH) y 45´ Ariel Garcete por Borlenghi (E)
Amonestados: Oreja, Barbosa, Scifo y Enriquez (CH); Mendoza, Borlenghi y Gareca (E)
Arbitro: Eduardo Gutiérrez Asit. 1: Pablo Del Puerto, Asist. 2: Gabriel Villarreal
Cancha: Nueva Chicago

DERECHO A SOÑAR
Final eufórico, la gente que no paraba de gritar, algunos jugadores caídos en el piso tras el tremendo esfuerzo realizado, otros abrazándose y queriéndose abrazar con todos. Ganó Chicago, sin jugar bien, pero dejando hasta la última gota de sudor y poniendo en la cancha todo lo que tenía para conseguir la victoria.
Ganó Chicago, demostró que es candidato, si bien siempre lo fue desde las palabras, tras el triunfo con Morón necesitaba de una victoria como la de ayer para demostrarle (y demostrarse) que tiene el nivel suficiente para decir YO QUIERO IRME DE LA B Y TENGO CON QUE
Sorprendió Español, le vino a jugar de igual a igual y por momentos lo complicó en base a pelotas largas cruzadas, a las espaldas de los defensores y con dos ligeritos (Borlenghi y Orlando) y un nueve de área (Gareca) tenía a Chicago metido atrás sin poder salir. Brienza y Minici ganaban el duelo de los mediocampistas por afuera con Scifo y Distéfano y Calabria inquietaba más desde su pegada que desde su elaboración de juego.
Así fue como la primera del partido la tuvo Español, a través de Borlenghi (el mejor jugador ED la cancha), quien remato, se desvió en Solaberrieta, rozó el palo y se fue. En la siguiente Gigena desaprovechó tirando muy alto un lindo pase atrás del “Negro” Martinuccio.
Otras dos mal resueltas, una por Brienza, la tocó muy débil tras buena jugada de Borlenghi y para Chicago Martinuccio, dudó si estaba adelantado y la pelota le quedó atrás cuando estaba cara a cara con el arquero.
En el complemento, sobre los 5 minutos, Borlenghi deja atrás a dos, encara a De Olivera y define junto al palo derecho. Silencio en Mataderos.
Enseguida reaccionó Melián e hizo ingresar a Ruiz por Césaro (se paró 4-3-3) pero sumó gente en ofensiva sin que llegase la pelota. Por el contrario, Español saca un punta y mete un medio. La idea era cuidar el resultado y lastimar de contra.
Desde los 15 en adelante fue un partidazo, de ida y vuelta, la pelota pasaba muy rápido por el medio de la cancha y se quedaba en las áreas.
Lo pudo empatar Scifo, lo tuvo Calabria para definir. Tras esa jugada, Chicago se juega, afuera Trombetta, adentro Enriquez (se paró con enganche y tres puntas)
Enseguida llegó el empate, tras un centro de Scifo, Martinuccio le da de cabeza, pica y se mete junto al travesaño.
Se repetían las jugadas de gol. Los arqueros también jugaban: Mendoza se lo tapa a Scifo y De Olivera (brillante) con mucho esfuerzo desvía una pelota que Gareca le picó y era el segundo de la visita.
Sobre los 30 el “Vasco” Solaberrieta recibe una pelota que aguantó Gigena y de media vuelta clava el segundo, el de la euforia, el de la locura… El que hacía retumbar ese “para ser campeón… hoy hay que ganar…”
Después mientras Español iba, Chicago de contra pudo haber aumentado.
Crece la ilusión, está a solo un punto de la punta, nunca estuvo tan cerca en el campeonato y por delante, jugando cómo juega (a veces bien, otras no) dejando el alma, Chicago tiene derecho a soñar
Julio Cordara

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