Las cosas que no se ven y casi ni se saben, esas que hacen correr contra reloj y cuando se consigue solo se entiende como un deber cumplido. Se suman las obligaciones, escasean los recursos, sin embargo, los trabajadores en Chicago han cobrado al menos un sueldo, para hacer menos difícil el momento por el que transitamos.
Seguro que aquí a muchos les interesaría leer firmó tal o cual jugador, se están haciendo gestiones con fulano, pero no, Chicago Total sólo hará mención cuando se hayan firmado los papeles y formen parte del plantel. Como fue el caso de Bustos, que lo escribimos en el preciso instante que estaba firmando su contrato.
ENTREVISTA
Época de balances, de hacer una recorrida de lo que transcurrió en el año. Con Agustín Gómez charlamos de muchas cosas, en lo individual, en lo grupal, en lo vivido en su carrera.
EL EQUIPO
“Las cosas no daban para más, había que hacer un cambio sí o sí o nos despedíamos del campeonato en esta ronda” decía sobre el cambio de rumbo tras un comienzo complicado. Mucho tuvo que ver el cambio producido tras la goleada en contra frente a Atlanta “se entendió lo que esta categoría”. Chicago comenzó a pensar como los demás, hacerse fuerte en su arco y desde allí tratar de crecer “nosotros creábamos muchas situaciones de gol por partido, pero también nos llegaban mucho, nos concretaban y nos caíamos. Ahora el equipo se arma de atrás para adelante, de esa manera le damos confianza a nuestros delanteros para que arriesguen, porque atrás quedamos buen parados para recuperar la pelota si la pierden”
SU NIVEL
Era una constante oírlo a Agustín con fuertes autocríticas sobre sus actuaciones, que fueron como el equipo, de menor a mayor “es cuestión de confianza, Luis (Landaburu), con su experiencia me dijo que después de un buen campeonato sobreviene un bajón, yo por suerte ya lo superé”
La suma de minutos, los resultados y su nivel le permitieron llegar al equilibrio que buscaba “el torneo pasado fue muy bueno para mí, pero terminaba muy nervioso, vivía muy acelerado los partidos y en esas condiciones podes tomar decisiones equivocadas, que te pueden costar un partido”. Hoy siente que esa situación cambió “sigo viviendo los partidos con la misma intensidad, pero estoy más tranquilos, ahora me equivoco menos”
LUIS LANDABURU
En esta última etapa arqueros con un gran pasado han estado trabajando con Agustín: César Velázquez, Jorge Traverso y Luis Landaburu, de todos algo queda “cada arquero tiene su estilo y su manera de ver el fútbol”, dice en un contexto general, pero si tiene que destacar a uno, “La Foca” es el nombre indicado “Luis me formó deportivamente, me llevó a River a los 15 años. Comparto su forma de ver el juego, fue quien me enseñó a leerlo”
LOS ARQUEROS
En todo plantel hay un subgrupo, son los arqueros. Tiene que ver con la diversidad de trabajos que el resto del plantel. Así se los puede ver a Agustín con Daniel Monllor y Aldo Pineda, “rivales” y compañeros en la lucha diaria por ocupar in único lugar “la competencia existe, todos trabajamos y todos queremos jugar. La relación es buena, entre nosotros mismos nos vamos corrigiendo errores”
Hoy lo ve desde un lado diferente, anteriormente le tocó ser segundo de Daniel Vega, de Marcelo Pontirolli, de Rodrigo Llinás, por citar algunos. De todas destaca la relación con el “Indio” Vega “éramos dos pibes del Club que nos bancamos la parada, los dirigentes siempre hablaban que iban a traer a alguien, a nosotros nos dolía, pero nos rompíamos todo para demostrarle que no hacía falta que viniera nadie”. Hoy esa relación perdura en un encuentro semanal.
UN MOMENTO
Como si fuera una instantánea de su vida futbolística, Agustín recuerda un momento, que no podía ser de otra manera, que tiene que ver con un penal. Sí, un penal, un karma que lo persigue desde sus inicios “en mis primeros tres partidos en Chicago me patearon cinco penales”, pero ya venía de antes “cuando fui a préstamo a Villa Dálmine me patearon como doce”
El momento (28/10/2006) y lugar (Estadio Unico) lo conducen a La Plata, al Torneo Apertura 2006, enfrente, el puntero del campeonato. Eso sí, hay una historia anterior “la noche previa soñé que iba a jugar, que algo le iba a pasar al Indio”, esa solo es una parte del sueño, la otra “que iba a ver un penal y yo se lo atajaba a Verón”
Un marco impresionante, el local en racha positiva (5 triunfos). El árbitro Gabriel Favale que saca una roja, sí, a Daniel Vega. El que ingresa con la “12” Agustín Gómez. También hay penal para el “Pincha”, pero no lo iba a patear su líder futbolístico, sino Mariano Pavone, el goleador top del momento, hoy en River “fue un momento único, ver a Verón darse vuelta pidiendo por favor que no lo ataje no me lo olvido más. Cuando Pavone acomodó la pelota me dije, si lo soñé es por algo. Me tiré para ese lado y lo saqué”
Seguro que aquí a muchos les interesaría leer firmó tal o cual jugador, se están haciendo gestiones con fulano, pero no, Chicago Total sólo hará mención cuando se hayan firmado los papeles y formen parte del plantel. Como fue el caso de Bustos, que lo escribimos en el preciso instante que estaba firmando su contrato.
ENTREVISTA
Época de balances, de hacer una recorrida de lo que transcurrió en el año. Con Agustín Gómez charlamos de muchas cosas, en lo individual, en lo grupal, en lo vivido en su carrera.
EL EQUIPO
“Las cosas no daban para más, había que hacer un cambio sí o sí o nos despedíamos del campeonato en esta ronda” decía sobre el cambio de rumbo tras un comienzo complicado. Mucho tuvo que ver el cambio producido tras la goleada en contra frente a Atlanta “se entendió lo que esta categoría”. Chicago comenzó a pensar como los demás, hacerse fuerte en su arco y desde allí tratar de crecer “nosotros creábamos muchas situaciones de gol por partido, pero también nos llegaban mucho, nos concretaban y nos caíamos. Ahora el equipo se arma de atrás para adelante, de esa manera le damos confianza a nuestros delanteros para que arriesguen, porque atrás quedamos buen parados para recuperar la pelota si la pierden”
SU NIVEL
Era una constante oírlo a Agustín con fuertes autocríticas sobre sus actuaciones, que fueron como el equipo, de menor a mayor “es cuestión de confianza, Luis (Landaburu), con su experiencia me dijo que después de un buen campeonato sobreviene un bajón, yo por suerte ya lo superé”
La suma de minutos, los resultados y su nivel le permitieron llegar al equilibrio que buscaba “el torneo pasado fue muy bueno para mí, pero terminaba muy nervioso, vivía muy acelerado los partidos y en esas condiciones podes tomar decisiones equivocadas, que te pueden costar un partido”. Hoy siente que esa situación cambió “sigo viviendo los partidos con la misma intensidad, pero estoy más tranquilos, ahora me equivoco menos”
LUIS LANDABURU
En esta última etapa arqueros con un gran pasado han estado trabajando con Agustín: César Velázquez, Jorge Traverso y Luis Landaburu, de todos algo queda “cada arquero tiene su estilo y su manera de ver el fútbol”, dice en un contexto general, pero si tiene que destacar a uno, “La Foca” es el nombre indicado “Luis me formó deportivamente, me llevó a River a los 15 años. Comparto su forma de ver el juego, fue quien me enseñó a leerlo”
LOS ARQUEROS
En todo plantel hay un subgrupo, son los arqueros. Tiene que ver con la diversidad de trabajos que el resto del plantel. Así se los puede ver a Agustín con Daniel Monllor y Aldo Pineda, “rivales” y compañeros en la lucha diaria por ocupar in único lugar “la competencia existe, todos trabajamos y todos queremos jugar. La relación es buena, entre nosotros mismos nos vamos corrigiendo errores”
Hoy lo ve desde un lado diferente, anteriormente le tocó ser segundo de Daniel Vega, de Marcelo Pontirolli, de Rodrigo Llinás, por citar algunos. De todas destaca la relación con el “Indio” Vega “éramos dos pibes del Club que nos bancamos la parada, los dirigentes siempre hablaban que iban a traer a alguien, a nosotros nos dolía, pero nos rompíamos todo para demostrarle que no hacía falta que viniera nadie”. Hoy esa relación perdura en un encuentro semanal.
UN MOMENTO
Como si fuera una instantánea de su vida futbolística, Agustín recuerda un momento, que no podía ser de otra manera, que tiene que ver con un penal. Sí, un penal, un karma que lo persigue desde sus inicios “en mis primeros tres partidos en Chicago me patearon cinco penales”, pero ya venía de antes “cuando fui a préstamo a Villa Dálmine me patearon como doce”
El momento (28/10/2006) y lugar (Estadio Unico) lo conducen a La Plata, al Torneo Apertura 2006, enfrente, el puntero del campeonato. Eso sí, hay una historia anterior “la noche previa soñé que iba a jugar, que algo le iba a pasar al Indio”, esa solo es una parte del sueño, la otra “que iba a ver un penal y yo se lo atajaba a Verón”
Un marco impresionante, el local en racha positiva (5 triunfos). El árbitro Gabriel Favale que saca una roja, sí, a Daniel Vega. El que ingresa con la “12” Agustín Gómez. También hay penal para el “Pincha”, pero no lo iba a patear su líder futbolístico, sino Mariano Pavone, el goleador top del momento, hoy en River “fue un momento único, ver a Verón darse vuelta pidiendo por favor que no lo ataje no me lo olvido más. Cuando Pavone acomodó la pelota me dije, si lo soñé es por algo. Me tiré para ese lado y lo saqué”
Tan lejos de aquellas luces, el recuerdo provoca cosquillas en la panza “hoy Chicago está en la Primera B, pero sueño con que esté más arriba y en lo personal no pierdo las esperanzas de volver a jugar en Primera ”
EL DESCANSO
“Prefiero las sierras al mar por la diversidad de cosas para hacer y por la cantidad de gente que hay en uno y otro lugar” decía Agustín para contarnos de su elección de ir a descansar a Villa General Belgrano, en la Provincia de Córdoba. La “Capital de la Cerveza” dicen sobre ese lugar “todavía no lo pude comprobar, no fui a la ciudad, estoy instalado en las sierras, al lado del río disfrutando de la tranquilidad”
No es casual la elección, el año pasado su destino fue Mendoza, esta vez eligió mayor cercanía “tenés más variedad de cosas por hacer, caminar por la montaña, cabalgar, en la costa solo ir a la playa”
Es tiempo de descanso, de disfrutar con la familia, los que aportan contención a lo largo del año “es más difícil para ellos que para nosotros, sobre todo por cómo empezó la temporada. Uno llegaba a la casa con muchas incertidumbres, quieren levantarte el ánimo y no saben cómo” Eso se pudo revertir en la segunda parte del torneo, los resultados trajeron consigo tranquilidad “fue subiendo nuestra confianza y la familia no tuvo que hacer malabares para que estemos bien”
En esta época, al levantar la copa se desean cosas, hay uno compartido con mucha gente “que este año nuevo os encuentre con la misma actitud que terminamos, para poder pensar que el ascenso es posible”.
Julio Cordara