Y le costó a Chicago, sobre todo porque hubo un antes y un después de los 30 minutos del primer tiempo; previa a esa instancia el desorden y los desacoples defensivos privaron por sobre las intenciones ofensivas. En la famosa manta corta, se perdió el equilibrio, con un gol en contra desde el comienzo mismo. El reordenamiento del medio le permitió ganar la zona y el juego final
SINTESISNueva Chicago: Agustín Gómez; Leandro Testa, Ariel Coronel, Matías Escudero y Darío Arias; Roberto Bochi, Femando Díaz (ST ’20 Adrián Scifo) y David Rodríguez; Ezequiel Petrovelli (ST ’34 Eduardo Berón); Rubén Ferrer (ST ’28 Emanuel Tus) y Leonardo Carboni. DT: Mario Finarolli
Suplentes: Daniel Monllor, Lucas Bustos, Jorge Pérez y Guido Gardeano
Temperley: Alejandro Medina; Adrián Gómez, Luis Sosa, Brian Aquino (ST ’11 Maximiliano Baez) y Víctor Guiñazú; Emanuel Carreia, Lucas Hure, Nicolás Chietino y Sergio López; Mauro Boaglio (ST ’28 Daniel Morganti) y Sebastián Souto (ST ‘9 Luciano Alvarez). DT: Ricardo Dabrowsky
Suplentes: Claudio De Bortoli, Rodrigo David, Sebastián Aguilar y Pablo Azcurra
Goles; PT ‘4 Boaglio (T), ’33 Carboni (CH) y ’45 Petrovelli (CH)
Amonestados: Arias, Bochi, Díaz y Rodríguez (CH); Sosa y Hure (T)
Expulsado: ST ’48 Carreia (T)
Arbitro: Gastón Meineri
Asistente Nº 1: Gustavo Penzotti; Asistente Nº 2: Ramiro Cabrera
Cancha: Nueva Chicago
COMENTARIO
Hubo un antes y un después de la primera media hora. Erráticos al principio, desordenados, con Bochi afuera se perdió al mayor recuperador de pelota que tiene el equipo. Encima, a poco de empezar Boaglio, tras un pase de López, superó la resistencia de Agustín Gómez.
El ambicioso esquema ofensivo chocaba ante la realidad que no servía mientras el equipo no consiguiera la pelota. A las intensiones le faltaba un marco acorde. Por la espalda de Díaz, más las dudas entre Coronel y Escudero era por donde Temperley generaba peligro. Solo la ineptitud en los metros finales no le permitió cambiar opciones de gol por gol. Era más peligroso desde lo visual, por los espacios que contaba, que en lo efectivo.
El clic se produjo cuando Gastón Meineri los mandó a refrescar, allí, además de agua, Finarolli les dio algo más, les dijo algo más. Sobre todo acomodó el medio juego, Díaz pasó a la derecha donde hizo un buen tándem con Testa y Bochi se paró de “cinco” clásico y comenzó a ganar el juego y terreno y se asentaron, hasta completar un buen partido Coronel y Escudero.
Avisó Chicago con un remate de Díaz que desvió el arquero, en la siguiente Carboni corrigió un centro cruzado de Rodríguez, casi abajo del arco para sacarse la mufa y cortar una racha de 393 minutos sin convertir.
Por lo general en esta categoría el medio de la cancha es una zona de fricción, en este partido no, por eso se llegaba a las áreas con facilidad. Asustó Temperley con un tiro libre de López que pasó muy cerca del ángulo superior derecho. Contestó el local a través de un cabezazo de Escudero que sacó con dificultad Medina.
En el minuto final, se pasó de la bronca por un penal no sancionado, Meineri vio casual una mano de un defensor de Temperley casi sobre la línea, al gozo extremo de la segunda conquista. Como no podía ser de otra manera, llegó con suspenso. Carboni recibió un pase frontal entrando al área, Medina dio rebote que aprovechó Petrovelli, para meterse con pelota y todo dentro del arco arrastrando a lo que estuviera en el medio.
Era ese quizás el momento de ser mezquino, cosa que no es este Chicago de Finarolli. Siguió con los tres puntas, con el ida (más que vuelta) del “Piyu” Rodríguez. Cambió puesto por puesto cuando salió exhausto Díaz (entró Scifo) y solo, luego que Tenperley sumara más hombres en ataque, buscó equilibrio con Tus por Ferrer (de muy buen partido)
Chicago no lo cerró y sufrió. Una vez a través de Boaglio y dos con López solo frente a Gómez. Dos corridas de Berón y una instancia a través de Tus fueron los momentos para definir el encuentro, pero la definición es una cuenta pendiente del equipo.
El sufrió de más, ante un rival que era menos, que tuvo una chance final con un centro donde fueron todos y luego el silbatazo final de Meineri que sirvió de desahogo. No de tranquilidad, esa palabra no existe en el diccionario “Verdinegro” si juega Chicago
ENTREVISTA
Se lo notaba relajado Mario Finarolli, se habían cortado dos series negativas: cuatro sin ganar y sin convertir goles. Sobre todo porque se dio con un cambio de esquema y de jugadores obligados por lesión o suspensión “hicimos un buen partido con jugadores que hacía mucho no jugaban, como Ferrer o los pibes, todos hicieron un buen partido”
Desde la práctica del domingo que esta variante estaba en la cabeza del técnico “nos paramos de otra manera por necesidad, tenemos muchos jugadores afuera”
Sin dudas que hubo un notorio cambio cuando se paró el partido, sobre todo con el cambio de Bochi (como cinco) por Díaz (fue de ocho) “yo creo que sí, fue complicado al principio pero lo pudimos dar vuelta, eso habla bien de los jugadores”
Julio Cordara