26 de mayo de 2010

19 AÑOS DEL ASCENSO AL NACIONAL "B"

Un nuevo aniversario de aquella final ante Gimnasia de Concepción del Uruguay. Un plantel pequeño en nombres, enorme en corazón. De aquel 1991 saliendo de la tercera categoría, a este 2010 enclavados en ella.

Caremi convierte el penal decisivo. Euforia en Mataderos.

“Tomá carrera, hacelo que se termina”, el árbitro Carlos Trechuelo aconseja e implora para que se termine de una buena vez esa historia que ya había tenido 120 minutos de juego, en una tarde noche con llovizna y frío. El receptor, Marcelo Caremi, lo que nadie sabía es que el “Turco” llegó a la pelota desgarrado. Así iba a ejecutar el penal que le podía dar el ascenso a Chicago en Concepción del Uruguay, tras cinco años de estar peleando en la “B” Metropolitana.

El fenómeno Chicago, el de las grandes figuras, despojados por un absurdo fallo de AFA tras aquellas finales con Atlanta, le dejaba lugar a un grupo sin grandes nombres, pero con hambre de gloria. El retorno de un experimentado Jorge Mora y el “Beto” Candela con su paso por Rosario Central eran, tal vez, los jugadores con más "cartel”. Estaban acompañados por “los campesinos” Mario Marcelo, “Cubanito” Fernández, Ariel Aranzabe, Franklin Martínez. Seguían en el club Carlos Cochella, el “Pampa” Rosané, Marcelo Couceiro, Daniel Maurín, Gustavo Chacoma, Gustavo González, entre otros, más la aparición de Héctor “Pocholo” Sánchez.

En la primera parte del año, sobre 15 partidos jugados, ganó siete y empató ocho, le sacaba una diferencia de 4 puntos al segundo, Central Córdoba. Llegó la derrota y, a su vez, pérdida del invicto frente a Arsenal y una serie negativa con lesiones y suspensiones que diezmaron al plantel. De 18 puntos en juego, sólo obtuvo cinco en esa parte final del ’90.

Parecía que solo había sido una ilusión, pero el nuevo año trajo nuevos éxitos, sobre 18 puntos se consiguieron 14 y otra vez a la punta, el campeonato dependía de Chicago. A tres jornadas del final el rival fue All Boys y más allá que le cascoteamos el arco, no salimos de la parda en cero. Había que ir a Los Andes escuchando otro partido que en esa tarde no se jugó: Central Córdoba- Almagro. Perdemos en Lomas de Zamora, días después los rosarinos le ganan a Almagro. Ibamos a la última fecha detrás de un milagro.

Chicago hizo lo suyo: goleó a Berazategui. Chacarita con nuestro resultado se salvaba del descenso, también hizo lo suyo, en el segundo tiempo se comió cuatro. Campeonato para Central Córdoba, nosotros al zonal.

Primera parada: Puerto Iguazú, nos esperaba Galaxia. Solo se jugaron 44 minutos. Una agresión al asistente (Fioravanti) hizo que López Cudet suspendiera el partido y que AFA luego le diera ganado a Chicago por uno a cero. En la revancha un simple 2-0 para ir a semifinales.

En ésa instancia nos esperaba un duro Gimnasia de Jujuy. En el “23 de agosto” fue uno a uno, con aquel gol de Jorge Mora que produjo serios incidentes en la platea tras el grito (discriminatorio) de “Pepe” Marrano. Fue muy complicado salir de la cancha, había que pasar por una alteradísima platea, cruzar el campo de juego y de ahí la calle. Esos incidentes crearon otra historia que algún día voy a contar, cuando un avión a punto de carretear fue parado para que subiera este escriba.

En la revancha, había “llovido” sólo en Mataderos. Las tretas para ganar pensando que a los jujeños el piso mojado los iba a complicar. Esa tarde nos salvó el “Loco” González. Dos veces Gimnasia estuvo arriba en el marcador y los tres goles de “Gonzalito” nos dieron el pase a la final, con otro Gimnasia, en esta ocasión de Entre Ríos.

Un mundo en Mataderos, preparados para la gran fiesta que empezó con el gol del “Loro” Leiga, pero se hizo parda y había que ir a corajear a Concepción del Uruguay.

El día había amanecido gris, frío y con una llovizna permanente. Las tribunas tubulares no pudieron contener tantas ganas y se vino abajo, fue la de Gimnasia, la nuestra estaba “mirame y no me toques”. Con más miedo que fútbol no se sacaron ventaja en el primer tiempo. Tampoco en el segundo, todo iba encaminado al alargue. De pronto, faltando 9 minutos, un tiro libre recto al arco para los locales y Angel Rojas que supera a Cochella. Fiesta de un lado, tristeza y desazón en el otro.

Parecía que la historia se repetía, que otra vez nos quedábamos en la puerta. Pesimista, quien escribe, fue por detrás de la platea y en eso, a los pocos segundos que había perdido de vista la cancha, un alarido. Era gol ¿pero de quién? Fue ir corriendo a la platea y saber que Couceiro había metido el empate. Un gol que nunca vi en mi vida. Poco me importó.

En el alargue nos expulsan al “Lalo” Higuaín y llegamos a la tanda de los penales. Arrancaron los entrerrianos. Miró, miró mal y la tiró afuera, no como “Gonzalito” que nos ponía en ventaja. Díaz empata y Candella se la da en las manos al uno local. Otra vez iguales.

Para no ser menos Carlitos Cochella se lo ataja a Almirón y en el siguiente Chacoma no falla. Estábamos otra vez arriba. Con toda la presión encima, Valente la tira afuera y ahí si, Chicago estaba a un paso del ascenso. "Tomá carrera y aseguralo", le pedía Trechuello. "Tomá carrera que nos jugamos el ascenso", grita Zerr. "Pelotudo, tomá carrera", obligaba Mora, sin embargo, solo dos pasos le alcanzaron al “Turco” para acariciarla y ponerla arriba, sobre la derecha para desatar la locura. El desahogo de un año de tanto sacrificio

NOS CUENTA MARCELO CAREMI
Si, es verdad, estaba con la pierna rota pero cuando decidían quienes iban a patear le dije al técnico “yo pateo sí o sí”. Entonces me designó para el penúltimo y tuve la suerte que fuera el de la definición.

Tomé dos pasos de carrera, ése era mi etilo para patear. Hugo (Zerr) y Jorge Mora me gritaban de todo “dejate de joder, nos estamos jugando el ascenso”. Estaba muy confiado, di dos pasos, miré al arquero y la pude meter junto al palo, era el gol del ascenso. Cuando giro para ir a festejar me lo encuentro de frente a Rodolfo Block y nos estrechamos en un tremendo abrazo. Ahí mismo la gente de Chicago invadió la cancha y fue algo maravilloso. Agradezco a Dios haber quedado en la historia de un club que quiero tanto como Chicago.

Julio Cordara

1 comentario:

Gabriel dijo...

Muy buena nota, con el presente lamentable que estamos viviendo solo nos queda recordar esos hermosos momentos...y anhelar que algun dia podamos volver a festejar otro ascenso.Muy buena la pagina, entro todos los dias y siempre hay notas muy interesantes.