"Que lo sepa / Que lo sepa el mundo entero / lo mejor que hizo mi vieja / fue parirme en Mataderos". Todos alguna vez nos identificamos con alguna canción de la cancha, ésa es la mía porque encierra afectos que amo (Mi vieja, Chicago, mi Barrio).
Es volver el tiempo atrás y encontrarme en la cancha antes que en la escuela. Gracias Beto, mi primo que fue el hermano mayor que no tuve el que me empezó a llevar.
Es recordar cuando me escapaba para la cancha y cuando volvía, la vieja me había descubierto y recibía una paliza, pero con gusto, venía de ver a Chicago
Es nombrar de corrido aquel primer equipo que acompañé a todos lados (a todos lados de verdad), el que jugaban Tocalli, Otero, Alvarez, Bordón y Acastello; Loyarte, Mastromauro, Betucchi; Prioli, Marzona y Gagliardi. Era 1974 y mi primera ilusión que fue tristeza en la cancha de Ferro después de la goleada que nos comimos con Unión.
Es sonreír y homenajear a Tito Pezoa, cuando hayá en el '77 cuando volvimos a ser locales en Mataderos, con Argentino de Quilmes, el día de las redes naranja ¿te acordás?. Ese día Tito se paseó por toda la cancha repartiendo un papel que se hizo canción "Por un partido de mierda / Un barrio vino hasta acá / Qué sería Mataderos / Si nos vamos a la A". Era verdad, la cancha reventaba, pero no pasó mucho para que Ismael, sí Ismael, el mismo que cortó con un palo un cable de alta tensión cuando volvíamos de Gerli en la jaula de un camión de hacienda, no nos electrocutamos de pura casualidad. Volviendo a aquel partido con el "Mate" y a Ismael, que con la misma música propuso "De una botella de vino / metí la mano y saqué / los colores verde y negro / que jamás olvidaré". De más está decir que más allá del esfuerzo de Tito, pegó lo de la botella de vino.
Hablando del vino, cómo olvidar aquel negocio sobre la Gral. Paz, paso obligado en cada partido de visitante para acumular "combustible". jajajaja cuántas damajuanas de vino ví pasar en aquella época.
¿Te acordás? "De Mataderos vengo / hay que pedo tengo / a la cancha voy / a ver al campeónn... / laralarala borracho..." O la que otros se atribuyen pero nació en Mataderos "llegaron los borrachos del tablón / llegó la hinchada.../
Y siguiendo con "letras célebres". Una cuando fuimos a jugar con Lanús, partido televisado en cancha de Huracán y tronaba "a la lata / al latero / llegaron a la cita los guapos de Mataderos"; era el tiempo del "Chicago se va de la B con los goles de Avilés". Otra, al año siguiente "Nos robaron los puntos la van a pagar..." sí, las estás cantando conmigo no.
Seguro que en el andar cronológico te paraste en "Toquen trompetas y matracas al compás / este es el verde que se va para la A / este es el verde que se va para la A / en Mataderos todo el año es carnaval". Mamita, o aquella "Somos de Mataderos y Chicago es campeón / porque salió primero / con huevos y corazón / por eso Ferreiro la hinchada te agradece / todo lo que hiciste por el verde"
Qué se yo. tantas imágenes, aquella primera vez en Primera, en la Quema con River, y como enamorados que estamos de Chicago no podía ser otro día que el 14 de febrero.
Seguro que hay más frustraciones que alegrías, pero trato de aferrarme a esas contadas alegrías, sobre todo porque Chicago me dio amigos del alma (si Marce, es para vos; Gallego, estás ahí, Juancho, vos también), amigos con los que compartimos esta misma pasión (Rolfi, Mario, Martín, Gaby, Jorge, Leo, tantos que sería infinita la lista) y sobre todo personas que con su ejemplo me mostraron un camino del que nunca hay que volver (Cacho Dacurso, Héctor Ferraro cómo se extrañan).
Pucha Chicago, ya vas por los '99 pero no estás viejo, viejo es el viento y sigue soplando, dicen. Te golpearon, te masacraron, pero no consiguieron matarte y lo que no mata fortalece. Es por eso que en este camino del Centenario, los que de verdad queremos a Chicago, debemos encolumnarnos para devolverle parte de su historia. Ojo, juntar no es amontonar, sabemos quiénes le hicieron daño y es no deben estar. Depende de todos, si así no lo entendemos no habrá nada para festejar cuando lleguemos a 100, solo que pasó el tiempo y no supimos ni quisimos ponernos a la altura de la historia
Es volver el tiempo atrás y encontrarme en la cancha antes que en la escuela. Gracias Beto, mi primo que fue el hermano mayor que no tuve el que me empezó a llevar.
Es recordar cuando me escapaba para la cancha y cuando volvía, la vieja me había descubierto y recibía una paliza, pero con gusto, venía de ver a Chicago
Es nombrar de corrido aquel primer equipo que acompañé a todos lados (a todos lados de verdad), el que jugaban Tocalli, Otero, Alvarez, Bordón y Acastello; Loyarte, Mastromauro, Betucchi; Prioli, Marzona y Gagliardi. Era 1974 y mi primera ilusión que fue tristeza en la cancha de Ferro después de la goleada que nos comimos con Unión.
Es sonreír y homenajear a Tito Pezoa, cuando hayá en el '77 cuando volvimos a ser locales en Mataderos, con Argentino de Quilmes, el día de las redes naranja ¿te acordás?. Ese día Tito se paseó por toda la cancha repartiendo un papel que se hizo canción "Por un partido de mierda / Un barrio vino hasta acá / Qué sería Mataderos / Si nos vamos a la A". Era verdad, la cancha reventaba, pero no pasó mucho para que Ismael, sí Ismael, el mismo que cortó con un palo un cable de alta tensión cuando volvíamos de Gerli en la jaula de un camión de hacienda, no nos electrocutamos de pura casualidad. Volviendo a aquel partido con el "Mate" y a Ismael, que con la misma música propuso "De una botella de vino / metí la mano y saqué / los colores verde y negro / que jamás olvidaré". De más está decir que más allá del esfuerzo de Tito, pegó lo de la botella de vino.
Hablando del vino, cómo olvidar aquel negocio sobre la Gral. Paz, paso obligado en cada partido de visitante para acumular "combustible". jajajaja cuántas damajuanas de vino ví pasar en aquella época.
¿Te acordás? "De Mataderos vengo / hay que pedo tengo / a la cancha voy / a ver al campeónn... / laralarala borracho..." O la que otros se atribuyen pero nació en Mataderos "llegaron los borrachos del tablón / llegó la hinchada.../
Y siguiendo con "letras célebres". Una cuando fuimos a jugar con Lanús, partido televisado en cancha de Huracán y tronaba "a la lata / al latero / llegaron a la cita los guapos de Mataderos"; era el tiempo del "Chicago se va de la B con los goles de Avilés". Otra, al año siguiente "Nos robaron los puntos la van a pagar..." sí, las estás cantando conmigo no.
Seguro que en el andar cronológico te paraste en "Toquen trompetas y matracas al compás / este es el verde que se va para la A / este es el verde que se va para la A / en Mataderos todo el año es carnaval". Mamita, o aquella "Somos de Mataderos y Chicago es campeón / porque salió primero / con huevos y corazón / por eso Ferreiro la hinchada te agradece / todo lo que hiciste por el verde"
Qué se yo. tantas imágenes, aquella primera vez en Primera, en la Quema con River, y como enamorados que estamos de Chicago no podía ser otro día que el 14 de febrero.
Seguro que hay más frustraciones que alegrías, pero trato de aferrarme a esas contadas alegrías, sobre todo porque Chicago me dio amigos del alma (si Marce, es para vos; Gallego, estás ahí, Juancho, vos también), amigos con los que compartimos esta misma pasión (Rolfi, Mario, Martín, Gaby, Jorge, Leo, tantos que sería infinita la lista) y sobre todo personas que con su ejemplo me mostraron un camino del que nunca hay que volver (Cacho Dacurso, Héctor Ferraro cómo se extrañan).
Pucha Chicago, ya vas por los '99 pero no estás viejo, viejo es el viento y sigue soplando, dicen. Te golpearon, te masacraron, pero no consiguieron matarte y lo que no mata fortalece. Es por eso que en este camino del Centenario, los que de verdad queremos a Chicago, debemos encolumnarnos para devolverle parte de su historia. Ojo, juntar no es amontonar, sabemos quiénes le hicieron daño y es no deben estar. Depende de todos, si así no lo entendemos no habrá nada para festejar cuando lleguemos a 100, solo que pasó el tiempo y no supimos ni quisimos ponernos a la altura de la historia
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