Con los goles de Ferrer y Petrovelli, Chicago volvió a ganar en Mataderos tras cuatro partidos. El resultado sirve para analizar con mayor tranquilidad los errores cometidos de cara a lo importante que es el octogonal.
SINTESIS
Nueva Chicago: Daniel Monllor; Leandro Testa, Luciano Precone y Matías Escudero; Adriàn Scifo (ST ’27 Julio Serrano), Roberto Bochi, Rodrigo Pepe y Lucas Bustos; Ezequiel Petrovelli; Pablo Ruiz (ST ’00 Agustín Domenez) y Rubén Ferrer (ST ’39 Leonardo Ramos). DT: Mario Finarolli
Suplentes: Agustín Gómez, Ariel Coronel, José Ramírez y Jorge Pérez
Acasusso: Gustavo Ruhl; Nicolás Fontzalida (ST ’32 Damián Gómez), Emiliano Pedreira, Gonzalo Juárez y Rafael Nicola; Federico Carniero, Lucas Mazzulli y Marcelo Belleri (ST ’36 Jonatan Hansen); Gustavo Sever (ST ’21 Maximiliano Plante); Alfredo Abalos y Leonardo Romero. DT: Fabián Nardozza
Suplentes: Maximiliano Peruscina, Ezequiel Vicente, Rodrigo Chao y Pablo Mancini
Goles: PT ’23 Ferrer (CH); ST ’42 Petrovelli (CH)Amonestados: Precone y Testa (CH); Pedreiro, Nicola y Romero (A)
Arbitro: Gonzalo López Aldazabal
Asistente Nº 1: Osvaldo Marconi; Asistente Nº 2: Pablo Salvador
Cancha: Nueva Chicago
COMENTARIO
La tarde gris invitaba a soñar y Chicago, ante la propuesta durmió los primeros 15 minutos. Tuvo la fortuna que Acasusso no supo ni pudo aprovecharlo. En ese lapso hacía agua por los costados, le entraban por el medio, con una propuesta simple, presionar y correr, el “Quemero” era dueño del partido. Por eso duró muy poco la línea de tres inicial. Un gol anulado a Romero por off side (de Carniero, no del autor del tanto), Bustos sacó sobre la línea un remate de Nicola tras una pelota que dejó corta Monllor y Sever hizo lucir al arquero con un remate lejano. En el medio la única aproximación al área que concuyó en un penal no cobrado a Scifo.
Una vez que Chicago hizo pie tuvo dos ocasiones y acertó en una. En la primera Ruiz lo ve solo a Petrovelli quien apunta al pecho del arquero y acierta errando un gol increíble; en la siguiente otro pase del “Mudo”, no llega Petrovelli y por detrás Ferrer le da mordida para meterla junto al palo derecho de Ruhl. Lo pudo empatar la visita a través del siempre inquietante Romero, pero su cabezazo se fue apenas afuera.
Para la segunda parte, la molestia de Ruiz (lo tuvo a maltraer durante la semana) hizo que Finarolli hiciera ingresar a Domenez y se formaran dos líneas de cuatro bien definidas (Testa, Precone, Escudero y Bustos; Scifo, Pepe, Bochi y Domenez). Otra vez empujaba la visita aunque sin profundidad. Pudo ser una de Sever que se iba al gol y con lo justo llegó Testa para cuerpearlo y en otra Romero, ante el arquero, quiso definir por el segundo palo y se le fue ancha.
Chicago no tenía la pelota, le faltaba claridad, no hacía pie por más que Acasusso no legara. El ingreso de Serrano trató de adueñarse del juego, no se dio, pero sí hubo un par de pelotazos de esos que causan asombro.
En los últimos cinco la visitaba dejaba espacios y eso, a la vista general, mostraba a un Chicago más profundo. Lo tenía para liquidarlo cuando Petrovelli la abre para Bochi y gana Ruhl; en la siguiente, a un centro de Domenez, Petrovelli le pone la cabeza para cambiarle la trayectoria a la pelota y poner cifras definitivas.
Solo quedó un tiro libre de Abalos que cae en el techo del arco, el silbatazo final de López Aldazabal marcaba que Chicago volvía a sumar de a tres en casa.
Se torció la racha, ahora es positiva y la búsqueda es afianzar el equipo de cara al octogonal, para llegar a buen puerto no debe tener esas siestas como la de los primeros quince minutos de hoy.
ENTREVISTA
El autor del primer gol, Rubén Ferrer, contaba sobre la jugada en sí que al momento que recibió la pelota pensó en darle cruzado “le di medio mordida, por suerte fue adentro” y el festejo, la gallinita Stone, fue a pedido de su hijo menor Rodrigo “desde que supo ayer que iba a jugar tenía confianza que iba a ser un gol, lo pidió y por eso lo hice”
La victoria no le saca el costado autocrítico, sobre todo mirando a futuro “los primeros minutos arrancamos mal, de hecho nos hacen un gol aunque estaba adelantado, nos iba a complicar si valía. Después agarramos coraje y empezamos a manejar la pelota nosotros, los lastimamos por izquierda”. Sus palabras retumban como un despertador “no tenemos que entrar tan dormidos, hoy nos perdonaron, en el reducido te lo van a cobrar, así que hay que mejorar eso”
Julio Cordara