Ariel Nahuelpán jugó en Chicago entre 2006 y 2008.
"En la cancha del Coritiba hay capacidad para 35.000 personas, pero en un clásico ante Paranaense entraron 50.000. Y todas cantaron mi nombre. Fue impresionante”. La anécdota es de Ariel Nahuelpán, ex delantero de Nueva Chicago. Y tiene otra...
“Un día fui al club y al salir se me vino encima un hincha. Se me arrodilló y se puso a llorar. Me pidió que por favor le diera una camiseta, que me admiraba y que su sueño era conocerme a mí, porque además sus padres eran argentinos. Yo me sentí incómodo, le pedí que se levantara y le di la dirección de mi casa. Vino y le di una camiseta. Eso tampoco me lo puedo olvidar”.
-¿Por qué la prensa te nombraba Ariel, sin el apellido? Una vez me preguntaron cómo querían que me llamaran porque no sabían pronunciar mi apellido.
-¿Vos a la torcida te la ganaste con algunos goles muy buenos? Sí, con uno de chilena ante el Goías, otro de media vuelta ante el San Pablo, que la clavé en el ángulo y ganamos 2-0. Y allá jugar contra el Paranaense es como un River-Boca, y en seis clásicos siempre metí goles. Me gané el corazón de la gente. Y fuimos campeones estaduales.
-Allá en Coritiba te reclaman de vuelta, ¿qué es lo que pasa? Yo ya estoy liberado. Ellos me hicieron un contrato por cinco años, pero por ley en Brasil un extranjero queda libre tras dos años. Por eso, aquel contrato no tiene validez. Los dirigentes querían que me quedara porque hice un muy buen semestre. Me hicieron una oferta, yo hice una contrapropuesta y no la aceptaron. Por eso fueron a la Justicia, pero mi abogado y mi representante me aseguraron que puedo firmar con cualquier club.
-¿Es cierto que te quiere San Lorenzo? Ramón me quiere y eso es importante. Yo igual estoy esperando algo de Europa y mi representante está al tanto de todo.
-¿Y qué tan cerca estás del Ciclón? Ramón me tiene incluido en su proyecto, sería un placer jugar en San Lorenzo, hacerme un nombre en Argentina como me lo hice con Chicago. Pero hay que resolver varias cosas.
-¿Vos hablaste con Ramón? No, él habló con mi representante. Me gustó mucho que me considere.