A la salida de los vestuarios dialogamos con Jorge Traverso, Leandro Testa, Leonardo Carboni y Rubén Ferrer. Fuimos intentando descubrir los motivos que llevaron a este Chicago-Morón , con la mirada en particular a lo que le sucede al “verdinegro”. Dos conceptos eran los más repetidos, uno tenía que ver con la “actitud”, el otro con el “juego”.
Palabras más, palabras menos sonaba parecido los que decía Traverso “el equipo mejoró, jugó como debe jugarse un clásico”. O Testa “se intentó, dejamos todo, ellos no llegaron nunca”, como también Ferrer “se mejoró en la actitud, no nos dejamos pasar por arriba como sucedió con Villa San Carlos”. Todos apuntaban a que la imagen había sido muy distante a lo patético frente a Italiano y a la pasividad del último como local con San Carlos.
Siguieron por una senda donde se sorprendían por la cautela impuesta por la visita “Agustín Gómez no atajó ninguna pelota”, dijo el entrenador. Carboni seguía por la misma línea “ellos no hicieron nada” y el capitán iba un poco más allá mirándose para adentro “el rival puede hacer el planteo que quiera, nosotros debemos tener los recursos para quebrarlos”.
Para llegar a un punto en común: a Chicago le falta generar juego. Con ello no hay opciones para definir y las pocas que existen se dilapidan “nos cuesta –dice Carboni- nos quedamos con el sabor amargo de no poder ganar”. Testa marcó quién quiso y quién no “si hubo un equipo que intentó fuimos nosotros, pero nos está faltando la puntada final”. En tanto Ferrer consideraba que la falta de especialistas en desbordes y tirar centros podía ser un motivo “puede ser que los que juegan por afuera no sientan eso de llegar al fondo y tirar centros, cuando lo hicieron los complicamos, quizás fallamos luego nosotros en la definición”.
Mirando un poco más allá, el entrenador apunta a lo institucional y a los tiempos venideros “de los 18 jugadores que salieron a la cancha, 15 son del club. Obvio que a la gente como a nosotros nos interesa ganar, pero también tenemos que apuntar a chicos que mañana el club pueda negociar”, Carboni y sus ganas de seguir como titular “trabajo para estar, uno quiere ser titular siempre. Estoy conforme con lo que hice y la competencia es sana, el que no juega apoya al que lo hace”. Con la cinta firme en su brazo, Testa sostiene que no importa que sea un torneo largo, no hay que regalar nada “hay que subirse al tren ya, después, si se escapa alguno es complicado recuperarse”.
Traverso, Testa, Ferrer, Carboni sumaron frases que trataron de contar el ayer (pobre empate en cero) mirando a mañana, pero más allá de las palabras saben que de la necesidad de un triunfo que empiece a enderezar el rumbo.
De pronto un par de soldados están en condiciones de volver a la trinchera (Luciano Precone y Agustín Domenez) y la última incorporación (Damián Luna) a sumarse a los trabajos grupales, de cara a la visita a Barracas Central, 61 años después.
Palabras más, palabras menos sonaba parecido los que decía Traverso “el equipo mejoró, jugó como debe jugarse un clásico”. O Testa “se intentó, dejamos todo, ellos no llegaron nunca”, como también Ferrer “se mejoró en la actitud, no nos dejamos pasar por arriba como sucedió con Villa San Carlos”. Todos apuntaban a que la imagen había sido muy distante a lo patético frente a Italiano y a la pasividad del último como local con San Carlos.
Siguieron por una senda donde se sorprendían por la cautela impuesta por la visita “Agustín Gómez no atajó ninguna pelota”, dijo el entrenador. Carboni seguía por la misma línea “ellos no hicieron nada” y el capitán iba un poco más allá mirándose para adentro “el rival puede hacer el planteo que quiera, nosotros debemos tener los recursos para quebrarlos”.
Para llegar a un punto en común: a Chicago le falta generar juego. Con ello no hay opciones para definir y las pocas que existen se dilapidan “nos cuesta –dice Carboni- nos quedamos con el sabor amargo de no poder ganar”. Testa marcó quién quiso y quién no “si hubo un equipo que intentó fuimos nosotros, pero nos está faltando la puntada final”. En tanto Ferrer consideraba que la falta de especialistas en desbordes y tirar centros podía ser un motivo “puede ser que los que juegan por afuera no sientan eso de llegar al fondo y tirar centros, cuando lo hicieron los complicamos, quizás fallamos luego nosotros en la definición”.
Mirando un poco más allá, el entrenador apunta a lo institucional y a los tiempos venideros “de los 18 jugadores que salieron a la cancha, 15 son del club. Obvio que a la gente como a nosotros nos interesa ganar, pero también tenemos que apuntar a chicos que mañana el club pueda negociar”, Carboni y sus ganas de seguir como titular “trabajo para estar, uno quiere ser titular siempre. Estoy conforme con lo que hice y la competencia es sana, el que no juega apoya al que lo hace”. Con la cinta firme en su brazo, Testa sostiene que no importa que sea un torneo largo, no hay que regalar nada “hay que subirse al tren ya, después, si se escapa alguno es complicado recuperarse”.
Traverso, Testa, Ferrer, Carboni sumaron frases que trataron de contar el ayer (pobre empate en cero) mirando a mañana, pero más allá de las palabras saben que de la necesidad de un triunfo que empiece a enderezar el rumbo.
De pronto un par de soldados están en condiciones de volver a la trinchera (Luciano Precone y Agustín Domenez) y la última incorporación (Damián Luna) a sumarse a los trabajos grupales, de cara a la visita a Barracas Central, 61 años después.
Julio Cordara