Barracas Central y Nueva Chicago se volverán a ver las caras, en forma oficial, 60 años después y en esta sección, donde presentamos y contamos vivencias de algún protagonista que vistiera ambas camisetas, nos encontramos con una de las grandes promesas de Chicago a fines de los ’90, quien encontró su lugar en el fútbol en Barracas Central: Fabián Unzurrunzaga.
Para el mundo del fútbol es el “Vasco”, para aquellos que lo vimos hacer cosas maravillosas con la ’80 de Chicago, tanto en infantiles como en juveniles es “Porky” y nos da su primera impresión sobre uno y otro “se puede decir que Chicago fue el que me inició, hice todas las inferiores y llegué a Primera, estuve hasta el 2001 cuando ascendimos y me dejaron libre. Anduve por varios lugares hasta llegar a Barracas, un club bárbaro, con una dirigencia espectacular y un presidente (Chiqui Tapia) que trata muy bien al jugador. Allí fue donde tuve constancia y por eso creo que alguien me conoce”
Solo el paso del tiempo, en un análisis postrero, puede determinar si algunas decisiones tomadas en su momento fueron oportunas o no. Situados en la turbulencias de Chicago de comienzos del ’98, donde “Titina” García era el presidente y el poder lo ejercía Raúl Fernández, el entrendor era Hugo Zerr que recibió un equipo (conducido por la dupla Leandro Pérez – Lorenzo Ojeda) en la 4ta ubicación. Aquello que tanto había costado, escalón por escalón, de la mano del nuevo técnico bajó raudamente a través de un ascensor. Le siguió una limpieza sin miramiento de jugadores profesionales y la llegada de apuro de proyectos interesantes de las categorías ’79 y ’80 “no sé si se apuraron los tiempos, si te lo ponés a pensar ahora puede ser que sí”. Esa visión tien que ver con otros nombres de la misma categoría que debutaron mucho después y tuvieron otros tiempos en Primera división (César Carranza, Juan Huerta) “son cosas del destino, hubo varios chicos que el club no tuvo en cuenta y eran grandes jugadores. Hoy veo a algunos y digo cómo puede ser que este pibe no esté jugando. Yo tengo la suerte de seguir jugando, en la “C”, pero estoy”
Aquel 4 e marzo de 1998 fue una muestra gratis de belleza en el fútbol. Chicago, con la aparición de varios pibes que debutaban, hizo un juego vistoso y práctico a la vez y goleó 4 a 0 a Almagro. Fabián tuvo su primera vez con la “verdinegra” reemplazando a Sebastián Canio “es un lindo recuerdo que tengo. Ese día el Mingo Jesús hizo los 4 goles. Ariel fue alguien que me habló mucho, me ayudó, me pasaba a buscar para ir a entrenar. Ese día me puse contento por él y por todos los chicos que debutamos”
Las cosas fueron diferentes en la Rueda Permanencia, con mucha improvisación. Por caso, lista de concentrados anunciadas que debían cambiarse porque debía llegarse al mínimo de jugadores profesionales (que no había mucho) que exigía el Reglamento. Eran tiempos difíciles donde se cobraba rara vez “era un momento feo, tal vez entonces no me daba cuenta porque era chico, pero hoy, que vivo un poco del fútbol, entiendo as necesidades que pasaban los muchachos que tenían familia. Se habían atrasado en los pagos, no jugamos por mucho tiempo en Mataderos… Por suerte luego se empezó a componer y se pudo llegar a Primera División”
“me hubiese gustado jugar un poco más” dice cuando se le apunta a si quedaron asignaturas pendientes en el club donde se formó “que no me dieran una oportunidad cuando se ascendió, no tuve la suerte de conocer la categoría, de jugar en las canchas de la A” Siente ese sabor amargo, pero no alza dedos acusadores, al contrario, mira hacia su interior “cometí algunos errores y por esos errores me dejaron libre”
Obligado al éxodo recaló en Los Polvorines y fue en San Miguel su pero experiencia en el fútbol “fue un año malísimo para mí, la pasé muy mal, hasta había pensado en abandonar el fútbol” Mas tarde estuvo en Atlanta. Loma Hermosa lo vio con la casaca de J. J. de Urquiza hasta que en el 2005 llega a Barracas Central “allí fue donde recuperé las ganas de jugar, me sentí querido por el presidente (Tapia), fue quien entendió mi locura, me aconsejó y me dio el lugar que tal vez buscaba yo. No sé que hubiese pasado y eso mismo me ocurría en Chicago”
Fueron unas temporadas en altísimo nivel lleno de reconocimientos periodísticos “me sentía bien, la cabeza para jugar es importantísima” El destinatario del elogio vuelve a ser el manda más de Barracas “me puso en claro algunas cosas, yo abrí un poco la cabeza y a partir de ahí empecé a jugar, me puse bien conmigo mismo y después lo trasladé a la cancha”
Vamos finalizando la historia y regresando a aquella “promesa”, el Diario Olé en la previa de un Morón – Chicago juntan a dos pibes que eran futuro: Fabián Unzurrunzaga y Pablo Rodríguez “sí, recuerdo aquella nota, la hicimos en una estación de trenes, creo que en Haedo. Yo no soy muy amante de guardar recortes, pero mi viejo tiene el diario de aquel día”
Juegan Barracas Central y Chicago, Fabián lo vive a la distancia con su hoy en Deportivo Laferrere, pero por lo vivido en ambos lugares, quiere que uno mantenga lo conseguido “hace mucho que Barracas se merece llegar al lugar en donde está, lo vino buscando desde hace tiempo, ojalá lo pueda mantener, es un club que trata bien al jugador” y que el otro recupere un sitio más acorde a su historia “Chicago, por la gente que tiene es de otra categoría, ojalá hagan las cosas bien y lo puedan conseguir”
Julio Cordara
Para el mundo del fútbol es el “Vasco”, para aquellos que lo vimos hacer cosas maravillosas con la ’80 de Chicago, tanto en infantiles como en juveniles es “Porky” y nos da su primera impresión sobre uno y otro “se puede decir que Chicago fue el que me inició, hice todas las inferiores y llegué a Primera, estuve hasta el 2001 cuando ascendimos y me dejaron libre. Anduve por varios lugares hasta llegar a Barracas, un club bárbaro, con una dirigencia espectacular y un presidente (Chiqui Tapia) que trata muy bien al jugador. Allí fue donde tuve constancia y por eso creo que alguien me conoce”
Solo el paso del tiempo, en un análisis postrero, puede determinar si algunas decisiones tomadas en su momento fueron oportunas o no. Situados en la turbulencias de Chicago de comienzos del ’98, donde “Titina” García era el presidente y el poder lo ejercía Raúl Fernández, el entrendor era Hugo Zerr que recibió un equipo (conducido por la dupla Leandro Pérez – Lorenzo Ojeda) en la 4ta ubicación. Aquello que tanto había costado, escalón por escalón, de la mano del nuevo técnico bajó raudamente a través de un ascensor. Le siguió una limpieza sin miramiento de jugadores profesionales y la llegada de apuro de proyectos interesantes de las categorías ’79 y ’80 “no sé si se apuraron los tiempos, si te lo ponés a pensar ahora puede ser que sí”. Esa visión tien que ver con otros nombres de la misma categoría que debutaron mucho después y tuvieron otros tiempos en Primera división (César Carranza, Juan Huerta) “son cosas del destino, hubo varios chicos que el club no tuvo en cuenta y eran grandes jugadores. Hoy veo a algunos y digo cómo puede ser que este pibe no esté jugando. Yo tengo la suerte de seguir jugando, en la “C”, pero estoy”
Aquel 4 e marzo de 1998 fue una muestra gratis de belleza en el fútbol. Chicago, con la aparición de varios pibes que debutaban, hizo un juego vistoso y práctico a la vez y goleó 4 a 0 a Almagro. Fabián tuvo su primera vez con la “verdinegra” reemplazando a Sebastián Canio “es un lindo recuerdo que tengo. Ese día el Mingo Jesús hizo los 4 goles. Ariel fue alguien que me habló mucho, me ayudó, me pasaba a buscar para ir a entrenar. Ese día me puse contento por él y por todos los chicos que debutamos”
Las cosas fueron diferentes en la Rueda Permanencia, con mucha improvisación. Por caso, lista de concentrados anunciadas que debían cambiarse porque debía llegarse al mínimo de jugadores profesionales (que no había mucho) que exigía el Reglamento. Eran tiempos difíciles donde se cobraba rara vez “era un momento feo, tal vez entonces no me daba cuenta porque era chico, pero hoy, que vivo un poco del fútbol, entiendo as necesidades que pasaban los muchachos que tenían familia. Se habían atrasado en los pagos, no jugamos por mucho tiempo en Mataderos… Por suerte luego se empezó a componer y se pudo llegar a Primera División”
“me hubiese gustado jugar un poco más” dice cuando se le apunta a si quedaron asignaturas pendientes en el club donde se formó “que no me dieran una oportunidad cuando se ascendió, no tuve la suerte de conocer la categoría, de jugar en las canchas de la A” Siente ese sabor amargo, pero no alza dedos acusadores, al contrario, mira hacia su interior “cometí algunos errores y por esos errores me dejaron libre”
Obligado al éxodo recaló en Los Polvorines y fue en San Miguel su pero experiencia en el fútbol “fue un año malísimo para mí, la pasé muy mal, hasta había pensado en abandonar el fútbol” Mas tarde estuvo en Atlanta. Loma Hermosa lo vio con la casaca de J. J. de Urquiza hasta que en el 2005 llega a Barracas Central “allí fue donde recuperé las ganas de jugar, me sentí querido por el presidente (Tapia), fue quien entendió mi locura, me aconsejó y me dio el lugar que tal vez buscaba yo. No sé que hubiese pasado y eso mismo me ocurría en Chicago”
Fueron unas temporadas en altísimo nivel lleno de reconocimientos periodísticos “me sentía bien, la cabeza para jugar es importantísima” El destinatario del elogio vuelve a ser el manda más de Barracas “me puso en claro algunas cosas, yo abrí un poco la cabeza y a partir de ahí empecé a jugar, me puse bien conmigo mismo y después lo trasladé a la cancha”
Vamos finalizando la historia y regresando a aquella “promesa”, el Diario Olé en la previa de un Morón – Chicago juntan a dos pibes que eran futuro: Fabián Unzurrunzaga y Pablo Rodríguez “sí, recuerdo aquella nota, la hicimos en una estación de trenes, creo que en Haedo. Yo no soy muy amante de guardar recortes, pero mi viejo tiene el diario de aquel día”
Juegan Barracas Central y Chicago, Fabián lo vive a la distancia con su hoy en Deportivo Laferrere, pero por lo vivido en ambos lugares, quiere que uno mantenga lo conseguido “hace mucho que Barracas se merece llegar al lugar en donde está, lo vino buscando desde hace tiempo, ojalá lo pueda mantener, es un club que trata bien al jugador” y que el otro recupere un sitio más acorde a su historia “Chicago, por la gente que tiene es de otra categoría, ojalá hagan las cosas bien y lo puedan conseguir”
Julio Cordara