7 de marzo de 2010

UN PASO ATRÁS

Chicago perdió (2-1) con Brown porque cometió viejos errores en defensa, continúa con serias deficiencias para convertir y no pudo beneficiarse de su mejor momento en el partido.


Roberto Vega cumplió ayer 51 años, seguramente habrá recibido regalos de familiares y amigos, aunque el que más deseaba, el triunfo de su equipo, no llegó... Chicago no ganó porque hay errores que matan (también hay amores, pero esa es otra historia), fallas que durante los noventa minutos de ayer y durante la temporada, se acumularon y terminan con una derrota que marca un tropiezo en el proceso de desarrollar un estilo de juego que necesita tiempo, mesura y las fichas adecuadas.

El triunfo con de la fecha anterior ante Flandria (1-0), había traído un desahogo y dejado algunas huellas que debían ser borradas para no sufrir ante el Tricolor de Adrogué. El trabajo de la semana fue positivo pero ¿cómo fundamentarlo cuando la presentación de las pruebas es inconsistente? Otra vez la nula efectividad para concretar se convierte en suplicio. Sólo Central Córdoba (14 tantos), San Telmo y Armenio (17) convirtieron menos goles que Chicago (20). A este defecto perpetuo hay que adicionarle los errores individuales en defensa, que le costaron al Verdinegro los dos goles de Martín Avalos.

Durante la semana preparatoria, se mencionaba que Brown esperaría en defensa y Chicago sería dominador pleno del juego. Eso no sucedió. Y fue un inconveniente difícil de evadir, los jugadores locales debieron adaptarse a otro guión. Tardaron media hora para hacerlo. En esos treinta minutos iniciales, el Torito fue un equipo largo, sin conexión. No lamentó goles en contra porque el elenco visitante careció de asociación.

En los últimos quince minutos el local encontró la rotación de balón que sugiere la dupla. Russo y Borelli subieron correctamente, Domenez desequilibró con su gambeta, pero faltó el gol. A los 33, ni Carboni ni Scifo pudieron darle correcta dirección al balón. Cinco minutos después, el lateral derecho del Torito mandó un centro que Ruiz desperdició. No erminó ahí el asedio con el gol, ya que a los 43, Domenez recuperó la pelota, se sacó dos rivales de encima y asistió a Carboni, quien envió la número 5 a las nubes. El fastidio se adueñó del hincha.

COMPLEMENTO. En tres minutos Brown metió dos goles, fue a los 6 y a los 9, a través de Avalos. En el primero, el número 7, más que nunca, fue impactado por el remate de Fariña. Ese choque casual con la pelota le cambió la trayectoria y abrió el marcador. Luego vendría el segundo, cuando Lemos quizo gambetear en el área y Fariña le quitó la posesión y asistió a Avalos para que la empuje.

Luego de los dos manotazos de semi knock out, la dupla puso a Eriti y Lemmo en cancha por Borelli y Domenez (no se entiende porque salió). Con Erviti al lado de Lemos se logró mejor circulación y trato más prolijo, casi no falló pases. Pero no alcanzó. Ruiz, Carboni y Cornejo tuvieron flojas actuaciones. Toto se fue silbado, una reacción injusta de la gente porque venía de cumplir su mejor partido en Chicago...

El descuento de Bocha Pérez, merece más minutos, adornó el resultado. Fue derrota nomás, la segunda del ciclo Traverso-Vega, fue un paso atrás en el desafío de encontrar el funcionamiento adecuado.

Redacción: Fabián Rodríguez.


"Tuvimos una semana bárbara, pero en el partido no pudimos convertir. No tengo una explicación". Leonardo Carboni.

"Nos hacen dos goles en cinco minutos y se hizo difícil. Es un tema de concentración que habrá que mejorar, pero son dos goles tontos". Eder Borelli.

"En el primer tiempo tuvimos opciones y no la metimos. Te llegan poco, cometes un error y lo pagás. Lo que ocurre es que cuando se pierde se potencian los errores". Facundo Lemmo.

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