En una semana donde las ausencias se hicieron notorias y donde cada error individual fue la suma de un mal partido en conjunto, Almagro lo supo aprovechar para alcanzar una goleada, que golpeó y fuerteSINTESISNueva Chicago: Agustín Gómez; Adrián Scifo, Luciano Precone, Matías Escudero y Darío Arias (ST ’21 Lucas Bustos); Rodrigo Pepe, Roberto Bochi y David Rodríguez (ST ’12 Damián Luna); Ezequiel Petrovelli (ST ’12 Eduardo Berón); Pablo Ruiz y Jorge Pérez. DT:; Mario Finarolli.
Suplentes: Daniel Monllor, Ariel Coronel, Guido Gardeano y Fernando Díaz
Almagro: Diego Pave; Esteban Giambuzzi, Hernán Pérez, Matías Palavecino y Adrián Iglesias; Humberto Vega (ST ’45 Nahuel Iribarren), Germán Libramento y Brahaman Sinisterra; Diego Figueroa; Claudio Acosta (ST ’41 Jorge Espíndola) y Emiliano Bonfigli (ST ’31 Juan Gómez). DT Alejandro Méndez
Suplentes: Matías Coloca, Nicolás Arrechea, Mauricio Suigo y Richard Muralla
Goles: ST ‘3 Vega (A), ’11 Libramento (A), ’23 Berón (CH), ’26 Bonfigli (A), ’30 Palavecino, de penal (A) y ’45 J. Gómez (A)
Amonestados: A. Gómez y Bochi (CH); Palavecino, Acosta y Figueroa (A)Arbitro: Gonzalo López Aldazbal
Cancha: Nueva Chicago
COMENTARIO
Lo de Almagro fue una cachetada de esas que duelen, tal vez porque era impensada. A nadie se le ocurría pensar en un desenlace así en la previa, menos tras los primeros minutos. A lo sumo, tras los 45 iniciales, mascullar bronca en un empate en cero producto de un equipo que no propuso nada (Almagro), con un ordenado esquema defensivo y las agujas del reloj como aliadas frente a otro (Chicago) carente de ideas, profundidad y sobre todo contundencia.
Sin embargo, una pesadilla que duró un tiempo, el segundo, mostró a un “gallardo puntero” (¿Almagro lo es?), con un juego eficaz y contundente ante un desconocido Chicago.
¿Se puede, por un partido descalificar todo lo bueno que se manifestó, tanto de los centrales como del doble cinco? No, lo ideal es dar una vuelta de página, decir que fue “ese partido” que todos tienen donde no hay nada para destacar, con errores groseros, fallas individuales que determinaron en conjunto un muy mal partido en equipo.
Analizar esas dos primeras acciones de juego que pertenecieron a Chicago, a través de ese remate de Bochi antes que el minutero diera su primera vuelta o sobre los diez el buen giro, y posterior remate, que se fue cerca del travesaño de Pérez, es hablar de algo muy lejano, sobre todo luego de los cincos goles de Almagro.
En “la maravilla Tricolor” (¿cuántos partidos jugó así en lo que va del decenio, no del año?) de la mano de la sapiencia lenta de recorrido, pero punzante con pelotazos cruzados a las espaldas de los laterales, de Figueroa, quien tuvo un buen acompañamiento en Vega. De Chicago sólo esa reacción tras el gol de Berón, que duró hasta el siguiente ataque de la visita.
La cuenta estadística llegó a cinco. La última vez que había recibido Chicago esa cifra o más, fue frente a Chacarita, en el Nacional “B” en cancha de Argentinos Jrs (2-6 el 01/12/07). Como local hay que remontarse a Primera División, el 22-03-203, cuando Racing, en cancha de Vélez ganó 5-0. En Mataderos, hay que ir un poco más lejos, en el ’98 (3 de marzo), fue ante Defensa y Justicia 0-5
A apagar el control remoto, la película elegida para este sábado fue de terror, pero es solo una película. Para la semana que viene va a venir distinta la historia
FINAROLLI “FUE UN CACHETAZO DURO”
Había sido complicada la semana para Mario Finarolli, la ausencia del referente de área (llámese Carboni, Ferrer, Ramos) lo obligó a un cambio grande, donde más que nunca necesitaba que las individualidades fueran un equipo. No lo consiguió “de arranque no la pudimos meter, jugamos bien solo 20 minutos, después no. Fue un cachetazo duro, ahora hay que levantarse y meter otros 18 partido seguidos”
Tal vez Finarolli pudo escudarse en una frase “son decisiones” para no responder a la requisitoria sobre el Bocha Pérez entre los titulares y “Cuqui” Berón entre los suplentes, pero no, dio su opinión “no teníamos centro delantero y Pérez era la opción más parecida, Berón juega más por afuera”
Complicaron las ausencias “es difícil para un técnico tener que hacer tres, cuatro cambios por partidos” sobre todo la de Leo Carboni “más que nada por lo que representa Carboni. Cambiamos el esquema y no nos salió bien. Nos hicieron dos goles en cinco minutos, el equipo se cayó y no levantó cabeza”
En la semana ya se lo había notado fastidioso en los entrenamientos “me entusiasmé en los primeros 20 minutos, fue lo más parecido a lo que buscaba, después no” fue la respuesta que evidenció la mala semana transcurrida
Julio Cordara