Nombrar a Brown de Adrogué, unos años atrás, era bucear en gente “instruida” en fútbol para que le dieran algún dato. La actualidad es distinta, compartimos escenario y el sábado se vuelven a ver las caras. Algunos nombres se repiten en ambas instituciones, por caso Gabriel Cosenza, pero sin dudas que “el protagonista” es Adrián Barbona
Sus inicios fueron en Berazategui, de allí al “Mate” quilmeño y en el ’98 recala en Adrogué, paso previo a Nueva Chicago “en ese momento la diferencia era mucha, lo sigue siendo pero ahora están en la misma divisional y me resulta raro. Tengo cariño por los dos clubes, es una pena que Chicago esté mal deportiva e institucionalmente, eso duele”
Volviendo a Brown, un club equilibrado, serio, responsable “es un club familiar, antes el presidente era Juan Vairo, ahora está su hijo, Adrián, tienen un orden en lo económico que lo vienen sosteniendo desde hace varios años, hace temporadas regulares, no se vuelven locos. Es un Club equilibrado”
Para la gente de Chicago era un desconocido, una apuesta de las grandes, sobre todo en un club que se había salvado del descenso cuando ya lo estaban velando y arrancaba muy mal en la tabla de promedios. Según el entrenador de entonces, Jhonny fue la primera incorporación de un grupo que se fue gestando “empezaron a llegar jugadores de renombre y me sentía raro”. Una característica actual es el rápido salto de categoría, antes no “se notaba más la diferencia de categorías, ahora es más fácil llegar desde abajo a Primera, al Nacional “B”. diez años atrás no era común”
El cambio era grande en todo concepto, los clubes, los jugadores y la forma de entrenar “los primeros días llegaba a mi casa todo contracturado hasta que me adapté”.
El arranque no fue el esperado, a las pocas fechas un cambio de timón, llegó la dupla Traverso – Vega y la pelea por no descender fue una constante. Aquella noche contra Ferro, Chicago se aseguraba la permanencia (descendían siete clubes) y clasificaba al reducido por el segundo ascenso a Primera.
San Martín en San Juan era la primera parada, ganaban los sanjuaninos dos a cero y el “Topo” había desviado un penal. Vino el descuento del “Mingo” Jesús y en una corrida por izquierda, Barbona concreta la igualdad “fue el gol que más festejé en mi vida”. La victoria en Mataderos lo ponía en la siguiente instancia
Llegaba un viejo conocido, Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, al que se le había ganado el ascenso al Nacional en el ’91. Fue raro el primer partido y en el descuento los entrerrianos se encontraron con la victoria. Se venía la noche, era a todo o nada “había que ir y ganar por dos goles de diferencia”. Para los que fuimos y aquellos que lo vieron por TV, fue sin dudas el mejor partido de Chicago en la Temporada “hicimos un planteo ultra ofensivo, jugábamos de mitad de cancha para arriba, nos salió bien”
Una nueva ronda y otra vez definiendo de visita y con la ventaja deportiva en contra. El rival Quilmes. En Mataderos se ganó uno a cero con aquella palomita del “Topo” Gómez y en el Sur, diezmado, con bajas importantes (el “Topo”, “Gomito”) en medio de una tormenta terrible había que jugársela. El premio tres posibilidades de ascenso “lo pudimos empatar, sufrimos, pero ya había una mística en ese grupo que era imposible que no ascendiera”
Si el tema pasa por la mística hay que detenerse en Mario Marcelo, en el “Topo” en Leo Martens, pero a la vez había grandes jugadores como “Gomito, “Pocholo” Sánchez, “Palito” Manrique “era un equipo bravo, con jugadores que jugaban muy bien y un grupo de buenas personas que tiraban todos para el mismo lado, con pensamientos diferentes tal vez, pero un mismo objetivo, ascender”
Y para conseguir ese objetivo se dio el primer paso en Mataderos, con gol de Manrique Chicago iba a Córdoba por el premio mayor. Aquella noche en que ni los penales en contra, la expulsión de Velazquez, nada iba a poder con ese equipo que entró en la historia grande de Chicago “fue un partido emocionante y lo ganamos, en un año pasé de la “B” a Primera”
Otra vez con la calculadora a cuestas, aunque esta vez en el círculo privilegiado, Chicago llega al último partido contra Belgrano donde un triunfo lo dejaba en la “A”, otro resultado lo podía meter en Promoción o perder la categoría “nos pudimos haber salvado antes, no se ganó en los últimos tres partidos y nos jugó en contra, terminamos sufriendo al pedo”
En la barbarie disfrazada de festejo pudo salvar una cadenita, no la ropa “me sacaron todo, me dejaron en calzoncillos”. Y en un rápido repaso cuenta más lo bueno “traté de disfrutarlo, fueron dos años muy lindos” que lo malo “cuando llegó Gorosito hicieron el recambio, nos fuimos todos los que habíamos ascendido, trajeron muchos jugadores y terminaron descendiendo”.
En “Tierra Santa” (Estadio Córdoba) ocurrió un hecho que tuvo a Jhonny como protagonista principal y a este escriba en un rol secundario de una cómica imagen. Era el debut de Francisco Ferraro, Chicago visitaba a Talleres “ese partido había que ganarlo sí o sí porque los dos peleábamos por salvar la categoría“ y un zurdazo de Barbona fue la diferencia "tengo la foto del gol” decía.
Sin embargo la historia transcurrió tras el silbato final, cuando los jugadores se dirigían a festejar con los hinchas que habían llegado. Adrián encabezaba la hilera, le decía a sus compañeros saltemos los carteles, el periodista le gritaba “no saltes que me caigo” hicieron caso omiso “que te voy a escuchar” decía en un tardío momento cuando recordamos el instante en que “veníamos todos festejando, saltamos los carteles y vos habías quedado patas para arriba, te acordás?”
Como no recordarlo, si es el día de hoy que Jorge Losauro (AM 1440 Gente de Chicago) sigue relatando mi caída manteniendo en alto e indemne el Handy de transmisión
Hoy que el futbolista quedó a un costado, que la mirada hacia atrás trae recuerdos, uno de ellos es Chicago “en mi vida deportiva fue lo mejor que me pasó, me dio la posibilidad de llegar a Primera División, para mí era tocar el cielo con las manos. Fue algo tremendo para mí, no me lo olvido más”
Julio Cordara