11 de septiembre de 2010

LA DUPLA DIO UN PASO AL COSTADO

La derrota (1-2) con Armenio impidió que Jorge Traverso y Roberto Vega continúen en el cargo. Una resolución que sólo es una vía de escape para las limitaciones del proyecto.

Siempre serán ídolos, siempre serán valorados por la gente.

Una costumbre del fútbol argentino. Los resultados no son los deseados, la ubicación en la tabla de posiciones causa terror a los dirigentes e hinchas y la decisión es rápida: la renuncia de los entrenadores. Una solución irreal para los conflictos existentes. En esa instancia se utiliza un argumento que a pasado a ser un latiguillo "para descomprimir".

¿Descomprimir? El alejamiento de un cuerpo técnico, ya sea este que posee en su currículum un enorme logro deportivo (Ascenso a Primera en 2001), o la salida de cualquier otro que no tenga trayectoria valiosa, es un egreso de simple adaptación para el entorno, ese que reprocha la endeble labor del equipo. Aquí gana espacio otro lugar común "sacar uno (en este caso son dos) es más fácil que a veinte". Este "versito" también posee bajo sustento porque es una nueva evasión a la situación reinante de escasa variedad, falta de reacción en varias fases de la institución y falencias técnicas de los jugadores.

Chicago tiene un plantel limitado en cantidad de futbolistas y lo pagó en estas nueve jornadas. Varias lesiones (Cogrossi, Enríquez, Precone y Luna), a las que se plegaron las suspensiones esporádicas, dejaron un pequeño margen de maniobra para la formación del equipo. Durante los últimos cuatro partidos costaba encontrar variantes en el banco de suplentes. Este rebalsaba de juveniles, los que deberán ser fogueados de a poco. La urgencia los requirió y el equipo se tornó desalineado.

El nivel de algunos de los jugadores está por debajo del real, como Pablo Ruiz, Agustín Domenez, Marcelo Barreña y Agustín Gómez. En otros casos, hay una merma en la actuación hace un tiempo prolongado como el de Adrián Scifo, quien fue una pieza fundamental en otros tiempos y luego de su lesión no repitió su rendimiento anterior. Hay excepciones como Leonardo Carboni, Rodrigo Pepe y, salvo en la derrota ante Armenio, Matías Escudero.

También se presentaron decisiones cuestionables por parte de los entrenadores. Si bien existieron modificaciones con intenciones ofensivas, por momentos lograron, para quien escribe, un desequilibrio táctico que expuso la defensa ante la imposibilidad de generar juego. Esa demostración de reacción intelectual, se ausentó al dar indicaciones. Uno entiende y respeta el estilo de cada entrenador, pero en esta ocasión faltó mayor carácter.

Dolió observar el alejamiento de Jorge Traverso y Roberto Vega. Ambos, poseen la combinación de capacidad profesional y honestidad. Aunque en este ambiente, en la mayoría de las veces, se prefiere y se implora por gente capacitada, que por detrás hace trabajos para los que no fue contratada. Esto también marca la idiosincrasia de un club, de una organización y otras esferas.

Se terminó el ciclo de la dupla. No culminaron los inconvenientes para Chicago. Se modificará un fusible, pero en Mataderos la iluminación se ausenta hace rato. Una depresión financiera y deportiva no deja que el club logre sanar las heridas, casi letales, que sufrió en los últimos años. Dos ídolos se marchan, aunque siempre perdurarán en la historia y el corazón del pueblo Verdinegro.

Fabián Rodríguez