Cada nuevo día se pone las ropas de arquero, se calza los guantes y se dispone a entrenar, cuando llega el fin de semana, el momento de demostrar en la cancha el trabajo semanal, uno de sus compañeros de rutina defiende el arco “Verdinegro”, el otro está en el banco de los relevos expectante con lo que suceda. En tanto él se hace un lugar en la platea. Así de repetidas son las semanas, aunque algunas pocas veces le tocó en suerte usar el buzo con el Nº 12. Ni hablar de aquellos pocos minutos en Adrogué, frente a Brown un ya lejano 26 de mayo de 2009 cuando ingresó en lugar de Daniel Monllor. Por eso, Aldo Gustavo Pineda Cardozo, este Paraguayo de Asunción, afirma “todavía no empecé a jugar”
Sin embargo le mete para adelante cada día con una gran convicción “no queda otra, hay que trabajar fuerte y esperar a que llegue la oportunidad”
No oculta que muchas veces la situación l genera cierto fastidio y como conformarse es de mediocres, él aspira a más “cuando subí estaba contento con estar en Primera, no me importaba tanto, con el pasar de los años quiero atajar, me quiero hacer ver, quiero demostrar si puedo atajar acá…”
Detrás de esa frase “atajar acá” hubo un largo silencio, como dejando abiertas otras puertas “si no tengo chances acá tendré que irme a otro lugar, ya tengo 23 años, quiero volar, necesito despegar un poco y quiero atajar”
Aldo se esfuerza cada día, mira hacia atrás y recorre todos esos años que lo formaron como persona y como deportista en el Club, sigue acunando los mismos sueños de cuando se puso por primera vez en un arco, solo que ahora son tiempos de definiciones “si no es acá, será en otro lado”
Julio Cordara