Pensando en la corrida que se había prometido, ni el “Torero” (Español), ni el “Toro” (Chicago) habían podido conseguir una mueca a su favor. Uno a puro centros había sido un poco mejor en la primera parte: Español. El otro, por más profundo inclinaba la balanza en el complemento: Chicago. El empate y el reparto de puntos castigaba a los dos, el gol de Leo Carboni cayó del cielo y como “la única verdad es la realidad” Chicago se marchó feliz
DEPORTIVO ESPAÑOL: Iván Todoroff; Diego Machado, Sebastián Morquio, Fernando Rodríguez, Diego Montellano; Pablo Brienza, Facundo Agoglia, Gustavo Gómez, Agustín Pérez; Juan C. Padra y Matías Fischer. DT: Gabriel Scaglione
SUPLENTES: Carlos De Maneses, Leandro Goncebat, Iván Fernández y Federico González
NUEVA CHICAGO: Agustín Gómez; Adrián Scifo, Luciano Precone, Ariel Coronel, Darío Arias; Leandro Cogrossi, Julio Serrano, Rodrigo Pepe, Agustín Domenez; Pablo Ruiz y Leonardo Carboni. DT: Mario Finarolli
SUPLENTES: Daniel Monllor, Gonzalo Rocaniere, Rodrigo Romero, Mauro Brizuela y Leonardo Ramos
GOL: ST `45 Carboni (CH)
CAMBIOS: PT `26 Federico Bobasíes por Rodríguez (E); ST ’14 Cristian Carrizo por Brienza (E), ’21 Jorge Pérez por Cogrossi (CH), ’26 Leandro Menza por Fischer (E) y ’48 Roberto Bocgi por Ruiz (CH)
AMONESTADOS: Cogrossi, Precone y Arias (CH)
EXPULSADO: ST ’47 Machado (E)
ARBITRO: Paulo Vigliano
ASISTENTE Nº 1: Gustavo Penzotti; ASISTENTE Nº 2: Claudio Gelosso
CANCHA: Barracas Central (local Español)
Seguro que la imagen es la del final, todos corriendo al goleador que viene en racha que supo aprovechar el centro de Pérez tras esa gran jugada del Loly Pepe para vencer a Todoroff (en una segunda instancia) y ganar dos seguidos después de cuatro meses.
Español, a puro centros, forzando varios tiros de esquina buscando a Morquio, apretó a Chicago. En situaciones no se sacaron ventajas, Agustín Gómez detuvo una gran remate de Gustavo Gómez que traía peligro y el “Mudo” Ruiz le sacó astillas al palo izquierdo.
Lo que más preocupaban no era que Español empujara, sino que Chicago no era capaz de dar dos pases seguidos, que todo lo pensado para una cancha chica, jugar a un toque, tener movilidad, no existió.
Sí fue superior en el segundo, no por juego, sino por situaciones. El arquero, que se convertía en figura, se lo había tapado a Ruiz, a Serrano tras una gran jugada individual y a Domenez. El travesaño le había dicho no a Carboni, quien de espaldas al arco, tras bajarla con el pecho, le dio de derecha y la pelota, haciendo una parábola rebota en el techo del horizontal.
El local metía un cambio para cerrar el partido, cada vez se jugaba menos y Chicago intentaba en los últimos minutos.
El resultado estaba sellado.
Pero, un visionario, el “Momia” Adrián Gómez, dijo “lo ganamos”, ya iban ’47 y la mirada fue para decirle “¿qué tomaste?” en eso la jugada narrada y los tres puntos para Mataderos
Julio Cordaar
