Humillante, dolorosa y por sobre todo justa, fue la victoria de Atlanta, quien realizó un “entrenamiento” ante su gente, frente a una sombra que fue Nueva Chicago.
SINTESIS
Atlanta: Rodrigo Llinas; Gastón Lolli, Carlos Arancibia, Nicolás Cherro, Juan Segovia; Juan Galeano, Maximiliano Pogonza, Emiliano Ferragut; Daniel Carou; Andrés Soriano y Abel Soriano.
Suplentes: Lucas Abud, Leandro Alvarez, Oscar Acuña y Diego Bielkiewicz
Chicago: Agustín Gómez; Mauro Brizuela, Ariel Coronel, Matías Escudero y Gonzalo Rocaniere; Leandro Cogrossi, Rodrigo Pepe, Julio Serrano y Agustín Domenez; Leonardo Carboni y Rubén Ferrer.
Suplentes: Daniel Monllor, Marcelo Barreña, Roberto Bochi y David Rodríguez
Goles: PT ’24 Segovia (A), ’26 Andrés Soriano (A) y ’36 Ferragut (A). ST ’26 Llinás (A) de penal Cambios (todos en la segunda parte): ’00 Damián Luna por Cogrossi (CH), ’13 Jorge Pérez por Ferrer (CH), ’17 Matías Valdez por Arancibia (A), ’27 Guido Rutili por Pogonza (A), ’33 Lucas Ferreiro por Galeano (A) y ’45 Darío Arias por Brizuela (CH)
Amonestados: Cherro y POgonza (A); Rocaniere, Escudero y Ferrer (CH)
Arbitro: Pablo Dóvalo
Asistente Nº 1: Octavio Stewart Usher; Asistente Nº 2: Andrés Prendel
Cancha: Atlanta
COMENTARIO
Dos realidades opuestas, uno que a base de horrores defensivos del rival provocaba una situación de cada avance (Atlanta); mientras el otro (Chicago) era una invitación permanente a la goleada, que ocurrió y pudo ser peor.
Cuando todos los rebotes favorecen al mismo equipo no hay que apuntarle a la suerte, sino que hay que “entender” que está mejor posicionado en la cancha, con un escalonamiento que le permite ocupar la mayor cantidad de espacios posibles. Eso fue Atlanta, Chicago todo lo contrario.
Los yerros no solo fueron posicionales, hay que intentar tantos despejes buscando “pinchar una nube”, y que la mayoría de las veces, por impericias técnicas se le pifie al balón.
Tal vez un buen ejemplo de lo que no debe hacerse en zona defensiva sea el Chicago de hoy. Y cuando se habla de “errores defensivos” no solo es la última línea sino que desde el medio se ofrecían muchísimos espacios y se corría sierre desde atrás.
En la derrota frente a Barracas Central creímos haber “tocado fondo”, dolió la caída en casa frente a Armenio, pero lo de esta tarde en Villa Crespo orilló la humillación.
“no pensé que iba a haber tanta diferencia, sobre todo en el primer tiempo” decía Mario Finarolli, quien también sostuvo que el primer gol “Bohemio” fue un clic y que hubo culpas propias en cada gol del local “se cometieron errores que no son comunes en el fútbol. En el primero le peinan una pelota para que entre otro solo por detrás. En el segundo, que tuvo suerte en la definición porque le pegó mal e igual entró, estábamos atacando nosotros, viene la contra y nos agarra mal parados. En el tercero se me corren los dos marcadores de punta, los mediocampistas de Chicago estaban en el medio y después lo corrimos desde atrás”
No se excusó en la falta de experiencia de varios futbolistas, sino que utilizó un concepto que apuntaba a virtudes y defectos “con los chicos pasa esto, si se agrandan te pintan la cara y si cometen errores se te caen”.
Tal vez no haya sido original en su cierre cuando manifestaba que se salía de la situación trabajando “hay que hablar mucho con ellos, tratar de recuperar a los lesionados, hoy se sumaron tres (Ferrer, Domenez y Pepe)”
Julio Cordara