26 de agosto de 2010

"Quiero ganarme un lugar entre los titulares"


Dos momentos tremendos fueron mermando ilusiones, propias y extrañas, sobre todo a punto de iniciarse la última temporada y se jugaba el amistoso frente a Ferro. Chicago parecía carente de juego y Jhonny, desde su desfachatez, caradura en la vida como en el juego, iluminó el amistoso. Sin embargo, una fatídica jugada, la rodilla que se va y con ella se van las ilusiones de verlo en el césped manejando los hilos de Chicago.

Duros tiempos, una operación, una lenta recuperación donde era precisa la convicción de seguir adelante cuando lo más sencillo es culpar a la suerte y echar todo a la basura. No fue el caso de Jonathán Enríquez, de vuelta en la cancha, devuelta enarbolando los sueños del futbolista, los sueños de todos.

Algunos minutos contra Comunicaciones (‘3), Villa San Carlos (’15) e Italiano (’17), fue titular ante Morón que le fueron dando ritmo. Con la “Villa” y los “Tanos” se sumaba la adversidad del resultado y equipos abroquelados “si, hacía como una año que no jugaba en forma oficial, contento con poder tener minutos de cancha para poder desplegar el juego que tenía antes”

Sabe que cada juego es un volver a debutar y que cada minuto jugado es uno ganado a la adversidad “de a poco voy teniendo la posibilidad de jugar, espero hacerlo de la mejor manera para ganarme un lugar entre los titulares”

Fue contra Italiano lo que mejor mostró y ésa ráfaga cuando estaba a punto de salir frente a Morón “en el partido anterior pude agarrar más la pelota, en este último no anduve bien”

La imagen mostraba signos de querer y no poder; de querer desequilibrar en base a ese pique corto que lo caracterizaban, quizás, a elegir una mala opción cuando lo más simple era una descarga a un compañero “yo no me siento lento, sí creo que me falta roce de juego, de ritmo, estoy seguro que con el correr de los partidos voy a jugar como antes”

Hubo cinco minutos, cuando ya estaba el “Mudo” Ruiz en la línea y el cambio era por él, que se vio lo mejor de Jhonny “es que en ese momento el equipo empezó a agarrar más la pelota, empezamos a jugar más por abajo y cuando yo recibía la pelota tenía más opción de descarga, por momentos nos juntamos con Piyu, como esa pelota que pensé que entraba”

Hubiese sido el broche perfecto, y se lo ve con la mirada buscando una respuesta a esa esquiva pelota que se fue apenas larga del parante derecho
Julio Cordara